2 de febrero de 2011

La comedia humana




Conocerás al hombre de tus sueños (You Will Meet a Tall Dark Stranger)
Guión y dirección: Woody Allen, Estados Unidos-España/2010.



Con la edad, con el paso de los años, vaya a saber cuáles son las verdaderas causas, Woody Allen se ha puesto más cínico y escéptico, si cabe. Match Point funcionó casi como un punto de inflexión en su obra, allí reiteraba en clave de thriller, de drama con asesinato, su descreimiento en el orden social, pasando a ambientar su cine en Europa. Según afirma, porque es más barato que filmar en Nueva York. En esta su producción anual correspondiente a 2010, insiste con la localización en Londres, aunque con un elenco de variado origen, y en su descreimiento de la condición humana. Allen es el Balzac de nuestra época.

Film coral sobre la variedad de miserias e insatisfacciones que pueden encontrarse en cualquier grupo de personas unidas por vínculos familiares o de amistad, en una clase media con aspiraciones. Por el lado de la familia, Anthony Hopkins es Alfie, el padre en decadencia –un personaje patético- que decide rejuvenecer separándose de su mujer de toda la vida y uniéndose a una prostituta joven que podrá darle el hijo varón que siempre ha deseado. Para ello abandona a la esposa Helena después de 40 años de matrimonio, quien ahoga su depresión en alcohol y visitas a una vidente, con quien recupera el deseo en la vida. Naomi Watts es la hija, tironeada entre sus propias aspiraciones profesionales como marchand, su madre egocéntrica, intrusiva y demandante y Roy, un esposo escritor de una sola novela (el ubicuo Josh Brolin), que naufraga ante una segunda inacabada, el último hilo de esta red familiar. Hay otros personajes involucrados: la vidente, quien inescrupulosamente alimenta las fantasías de Helena, el amigo escritor de Roy, a quien éste le robará una novela indudablemente superior a la propia, la nueva esposa de Alfie, y Jonathan, un viudo que comparte con Helena sus creencias en una realidad espiritual que trasciende lo cotidiano, sostenido en su fe en la reencarnación. Hasta Antonio Banderas se esfuerza con su personaje de dueño de la galería donde trabaja Sally, quien trata de seducirlo.



En suma, la mirada de Allen no deja detalle sin latiguillo. Si bien se trata de un film coral, si buscamos una protagonista, ésta es Helena, interpretada maravillosamente por Gema Jones, veterana actriz británica, presente en varios títulos de la saga de Harry Potter. Ella cree verdaderamente en algo, y esa convicción la salvará de la depresión y el abatimiento. Allen parece proponer la necesidad de la fe, así sea en los falsos adivinos.

Más allá de la peripecia, como suele suceder en su cine del último tiempo, el punto más alto del film de Allen es el elenco. Se dice que el director da muy pocas indicaciones a sus actores, que confía en la improvisación, y rueda casi sin ensayos porque descansa en su elección del casting, siempre a cargo de la sabia Juliet Taylor. Los tensos diálogos entre madre, hija y yerno y los encuentros de Helena y la adivina son los mejores momentos del film.

Dos personajes e interesaron sobre todo: la nueva pareja del padre, un personaje vulgar que desentona con ese ambiente tan medido, interpretada por una simpática Lucy Punch, que se luce en su personaje, superior incluso a la poderosa Afrodita. El otro, el objeto del deseo de Roy, una joven india (Freida Pinto) que es el único personaje puro, una persona que tiene fe y confianza en la gente, la única que viste de rojo (siempre) mientras que todos los demás exhiben variaciones en blanco y beige, los colores de los últimos films de Allen.


Aunque de ninguna manera es uno de sus films más inspirados, aunque algunos elementos ya sean tópicos de su cine, Allen continúa siendo un excelente narrador -oscuro, mordaz, cínico- y siempre nos permite una buena experiencia cinematográfica.

Josefina Sartora

No hay comentarios:

Publicar un comentario