1 de junio de 2011

Siempre hieres a quien amas



Una historia de amor (Blue Valentine)

Dirección: Derek Cianfrance

Estados Unidos/2010



Ya no son muy habituales las historias de amor a primera vista. Así comienza la historia de Dean (Ryan Gosling) y su encuentro con Cindy (Michelle Williams) quien visita a su abuela en una casa de ancianos. Pero nosotros conoceremos ese encuentro recién después de haberlos visto ya casados, con una encantadora hija de cinco años. El es pintor de paredes, ella enfermera, y todos buscan una perra que se ha perdido. El film estructura la historia de esa pareja alternando situaciones del pasado en ese primer encuentro y este presente. Son pocos años que separan los dos momentos, pero es impactante la transformación que se ha operado en ambos: sin indicaciones obvias, sabemos en qué época estamos; tan sólo alguna sutil diferencia en la luz, en el color –cálido y saturado en los comienzos, frío y liso en los finales-, y las elocuentes interpretaciones. Y más emocionante aun es contrastar los momentos en que el amor nace y los que el amor se muere, entre aquellos en que hay un futuro posible para ambos y los que sólo queda el pasado, y los cuerpos muestran las marcas de ese deterioro. Con un guión inteligentemente estructurado, vemos las sutilezas del juego de las relaciones, como se dan en la vida misma. Pocas películas actuales tan realistas y vitales como ésta.

La pérdida de la perra puede indicar la pérdida del paraíso, de las ilusiones que hace tiempo desaparecieron. No sabemos cómo, ni en qué circunstancias ha ocurrido, pero los rostros, los cuerpos de ambos cónyuges muestran el vacío, la devastación en la pareja. Él intenta un reencuentro, una aventura en un hotel de parejas, pero sabemos que aquellos momentos de amor son irrecuperables. Tal vez la clave esté en la decepción, de ambos: cuando jóvenes, se dice que tienen “un gran potencial”; ella quería ser médica, él buscaba algún trabajo mejor. Nada de eso fue posible, y ella es quien más acusa la frustración.

Gosling, Williams y Cianfrance
No se trata sólo de una película sobre el amor, sino sobre el paso del tiempo. No conocía al director, Derek Cianfrance, pero en su segundo opus demuestra su inteligencia y elocuencia. Insistentes primeros planos acercan a los personajes en la vibrante emocionalidad que viven en el presente, mientras la cámara es menos claustrofóbica para mostrar el pasado. Michelle Williams y Ryan Gossling -dos actores con enorme carisma- logran actuaciones sobresalientes con sus personajes, que les valieron nominaciones al Oscar y al Globo de Oro. Williams es hoy una de las mejores actrices de los Estados Unidos y ya parece consagrada como la protagonista sufriente del cine indie: así lo entendió Kelly Reichardt quien la hizo protagonista de sus dos últimos films, Wendy y Lucy y Meek´s Cutoff, en las cuales componía mujeres cuya angustia no amortiguaba su decisión. Pero también fue las esposas sufrientes de Heath Ledger (su pareja en la vida real) en Secreto en la montaña, y de Leonardo Di Caprio en La isla siniestra. Hubo mucho revuelo en Estados Unidos por las escenas de sexo, que sin embargo no son escandalosas, aunque la del hotel es desgarradora. En contraste, el film presenta momentos de enorme ternura, como en esa escena con mucho de improvisación y también de gancho al espectador, cuando ambos tienen su primera salida y ella baila una canción que él canta, y dice, justamente “Siempre hieres a aquel que amas”.

Josefina Sartora


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