15 de septiembre de 2010

Fish Tank

El rebelde mundo de Mia (Fish Tank)
Direción: Andrea Arnold. Gran Bretaña-Holanda/2009.

Sorprende saber que la actriz Katie Jarvis, a cargo del rol de la protagonista Mia, no tuvo ninguna formación actoral. Tal vez la vívida creación de su personaje provenga de su propia experiencia. Porque gran parte de los logros de esta película reposan en ella, verdadera protagonista del drama, una chica llena de vida y de furia.

El segundo film de la talentosa Andrea Arnold se inscribe en la escuela de Ken Loach: trata de manera seca y realista el ambiente de las clases sociales más degradadas, la historia algo sórdida de una chica rebelde y su familia uniparental, en un inhóspito bloque de viviendas. Con una muy joven madre promiscua y una hermana menor tan precoz como ella, su conducta poco social le depara a Mia un futuro en alguna institución para jóvenes con problemas. Sin amigas, sin lugar en la escuela, su mayor placer, su evasión y mayor motivación es bailar hip hop, algo que realiza con creatividad, y en solitario. Mia está tan presa de sus circunstancias como la yegua que quiere liberar.

El personaje de la madre tiene también sus características peculiares: alcohólica, deja la crianza de sus dos hijas libradas a lo que la vida les propone, y para peor, sin figura paterna a la vista. La cámara jamás se detiene en ella, es casi imposible percibir bien su rostro, siempre evadiéndose, nunca presente, hasta la hermosa escena del baile entre madre e hija. Cuando trae un novio joven y sexy a vivir a su casa (Michael Fassbender, el actor de Hunger), el primer hombre que dedica a Mia cierta atención y que le demuestra interés por ella -un hombre demasiado gentil tal vez-, obviamente se instalan otras tensiones, surge otro conflicto y el clima se espesa.

El tema del título merece un párrafo aparte. Nunca sabremos las motivaciones de los distribuidores a la hora de retitular las películas. Se practica con el cine una operación nunca imaginada en la literatura: los títulos de los libros se traducen, nunca se traicionan. En este caso, aquí reemplazaron el metafórico, sugerente título de Tanque de peces o La pecera por el evidente, gráfico, descriptivo y obvio El rebelde mundo de Mia.

Andrea Arnold
La excelente opera prima de Andrea Arnold no estrenada aquí, Red Road, ya había ganado varios premios, entre otros uno de la Fipresci, con un jurado que me tocó integrar. También éste llega precedido por varios premios, entre otros el del Jurado en Cannes. Film de pasaje, del dolor que entraña la entrada a la madurez, aquí Arnold repite su estilo sobrio, su parca seriedad y respeto por el tema y sus personajes, y nunca cae en sentimentalismos o en los lugares comunes que podrían esperarse, sorprendiendo en cada giro, permitiéndose sostener la ambigüedad y relatividad moral de las situaciones, y la tensión hasta el final. Filmada con una cámara en mano empática con la agitación interior de los personajes, con una sorprendentemente luminosa fotografía, la directora vuelve a retratar mujeres reprimidas, castigadas o rebeldes, abrumadas por problemas familiares y sociales, proponiendo un nuevo feminismo.

Josefina Sartora

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