20 de noviembre de 2010

Festival de Mar del Plata 3. Panorama de Europa del Este

Uno de los focos o secciones más gratificantes del Festival ha sido el Panorama del Este, un conjunto de películas que muestran el estado actual del cine y del estado de situación de los países de Europa del Este después de la caída del muro. Países que están en la transición de un sistema socialista a uno nuevo, que recién se está conformando y con una rica tradición cinematográfica que está dando nuevos frutos.

En mi visita al Festival de Transilvania en mayo último pude apreciar las novedades del ascendente cine rumano, del cual algo se ha visto aquí. La película más interesante de la Competencia Internacional me parece Tuesday After Christmas, al que me referí en la nota anterior. En el Panorama Este se dieron también Outbound, o Periferic, premio Fipresci en el último Festival de Viena, a l acual también me referí en mi cobertura de esa Viennale.


La otra rumana es Medal of Honor, dirigida por Calin Netzer, que presenta una de esas situaciones algo ridículas o absurdas propias del cine rumano. La peripecia: un hombre gris y mediocre (el respetado Victor Rebengiuc), cuyo hijo se ha emigrado a Canadá peleado con su padre, recibe un día sorpresivamente una medalla de honor por acciones de valor durante la segunda Guerra Mundial, de las cuales él mismo no tiene idea, tan desdibujado está su recuerdo. Pero esa medalla puede ser el medio para recuperar una dignidad perdida, la atención de un hijo que le reclama haberlo denunciado a la Seguridad Nacional para evitar que emigrara a Canadá, el respeto de una esposa con la cual no tiene ni conversación siquiera, la consideración de sus vecinos. Pero sobre todo, la autoestima. Como en tantos otros films rumanos, hay una excelente pintura costumbrista, en ese microcosmos que es el edificio donde habita. Es interesante que para la ceremonia de entrega de la medalla, Netzer haya convencido a un ex presidente de Rumania, Ion Iliescu, para que actuara de sí mismo. Un fílm íntimo que habla también de una realidad nacional.

De la República Checa viene Kawasaki´s Rose, que debe su título a un personaje japonés que pinta rosas bellísimas, y está dirigido por Jan Hrebejk. Un film que aborda el pasado del país durante el régimen socialista, cuando sufrió una durísima represión política ejecutada por una policía secreta ayudada por los colaboracionistas. Resulta que los personajes más puros y ejemplares siempre tienen un lado oscuro inconfesable. El film tal vez resulte demasiado políticamente correcto y bienintencionado, y muy discursivo, para dar una idea del infierno que debieron atravesar los unos y los otros, los perseguidos y los colaboracionistas, quienes a menudo lo fueron a pesar de sí mismos. Sin embargo, es un valioso, complejo testimonio que habla de las culpas, la necesidad de la memoria, la comprensión y la reconciliación, realidades no privativa sólo de estos países. Con la exquisita aria Traición, de la ópera de Haendel Ariodante. La película habla también de la fuerza actual de la televisión y su poder esclarecedor, y del poder del arte como medio de superación.

Creo que Eastern Plays es el primer film búlgaro que veo en mi vida. Dirigido por Kamen Kalev, es un cuadro muy duro de la realidad de los jóvenes en Sofía, no muy diferente de la de otras ciudades. Un cuadro de su violencia urbana estimulada por los factores de poder, su xenofobia, los problemas de drogas y alcohol y graves desencuentros familiares. Muy bien narrada y filmada, no es de agradable visión, pero resultó una sorpresa saber que en Bulgaria se realiza cine de semejante calidad.

Erratum estaba anunciada como lo mejor de este foco, opinión que no comparto. El film del polaco Marek Lechki expone un virtuosismo visual, con planos cortos muy elaborados, con permanentes elementos en un primer plano difuso y desenfocado, tanto como lo está el protagonista. Quien regresa a su ciudad natal por unas horas que han de convertirse en días, en un viaje a su pasado y a su identidad confundida, junto a una significativa recuperación de la figura paterna. Así, imagen e historia se corresponden, aunque ese cuidado visual no está acompañado de un relato igualmente interesante.

Por último, la más regocijante me pareció la comedia Just Between Us, del director croata Rajko Grlik, ambientada en una familia de la clase media alta de Zagreb. Dos hermanos, sus dos esposas y la amante de uno de ellos conforman una red de relaciones cruzadas, adulterios, hijos no reconocidos, separaciones y reconciliaciones varias, en un film con mucho humor y desenfado, que muestra cómo el incesto está más cerca de lo que uno cree. Pero también el film incluye el drama, bien articulado con la comedia irreverente.

Todas estas películas del Este, sin excepción, están sostenidas por elencos de actores excelentes, con performances magníficas. En este caso todo el conjunto de actores es estupendo, y fue el reencuentro con el serbio Miki Manojlovic, actor de Emir Kusturika.

Josefina Sartora

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