Una exposición: Papeles modernos. De Toulouse-Lautrec a Picasso

En un mundo acechado por terremotos, tsunami y guerras simultáneas en los países árabes, Buenos Aires tiene lugar para el arte. En estos días se pueden visitar dos exposiciones de enorme importancia, en dos de los centros de arte más importantes de la ciudad: la muestra Papeles modernos en el Museo de Arte Latinoamericano y una exposición de esculturas de Louise Bougeois en la Fundación Proa.

James Ensor, Les Péchés capitaux dominés para la Mort

En el Malba se presenta una selección de 85 trabajos de artistas mundialmente reconocidos, de los siglos XIX y XX. Trabajos sobre papel en distintos tratamientos: dibujos, tintas, grabados, afiches, podrán verse hasta el 23 de mayo. Es muy interesante destacar que las obras forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Bellas Artes, que las tenía guardadas en los depósitos del Gabinete de Estampas, y fueron recuperadas del olvido en esta exposición; algunas de ellas hacía años que no se exhibían, otras se muestran por primera vez al público. Además de las obtenidas por compras del Museo cuando la cultura gozaba de mejor aprecio y mayores presupuestos, gran parte de las obras llegaron al Museo por donación de coleccionistas, como Antonio Santamarina y Jorge Larco entre otros. Y hoy se muestran en el Malba, en el desarrollo de proyectos conjuntos entre ambas instituciones.

En las salas del segundo piso, que han sido repintadas para esta muestra, y con la iluminación indirecta adecuada para las obras en papel, la exposición sigue un orden temático: estudios, desnudos, figura humana individual y en grupos, retratos, emblemas y alegorías, paisajes urbanos y afiches.



Henri Matisse, Fillette

 Los curadores optaron por la diversidad de técnicas e imágenes. Así pueden verse dibujos en tinta donde hay una preeminencia de una línea muy neta, como en la litografía de Henri Matisse con retrato de una joven, el llamativo dibujo de Picasso del artista con su modelo tejiendo, o un curioso paisaje firmado por Federico García Lorca. En cambio los aguafuertes del belga James Ensor, de imagen más compleja con una satírica crítica social, piden especial atención al detalle. El autorretrato de la gran Käthe Kollwitz está dominado por el dramatismo propio de la artista, que también puede apreciarse en Zeichnung zu Volks, e incluso en su Maternidad, de notable austeridad. Similar sensación de desolación y angustia se experimenta frente a las aguatintas negrísimas de Georges Rouault. Pueden apreciarse también los distintos tratamientos del dibujo que realiza Picasso, por ejemplo entre su Retrato de mujer y el aguafuerte de la Suite Vollard fechado en París, 21 de marzo de 1933.

Georges Rouault, Face à face

Como ya es habitual en las muestras del Malba, la presente está acompañada de un espléndido catálogo, con reproducciones impecables. Ante los varios trabajos de Daumier, Picasso, de Chagall, Kokoschka, Matisse y Rodin, entre muchos otros grandes, se tiene la oportunidad poco común para apreciar que la obra en papel, siempre considerada menor, admite posibilidades únicas.

Josefina Sartora