13 de mayo de 2011

Una verdadera farsa

Mujeres al poder (Potiche)

Dirección: François Ozon
Francia/2010

Vi Potiche en el Festival de Viena, en noviembre de 2010. A continuación transcribo lo que publiqué en Claroscuros ese momento.



La nueva broma de François Ozon comienza con Catherine Deneuve haciendo jogging en el bosque ¡y con ruleros!, con algunas interrupciones en que se detiene a escribir alguna línea de un poema o a hablar con los animales. Temblé, lo confieso. Después de los últimos fiascos, Ozon prometía lo peor. La mujer de un industrial poderoso, que la engaña y ni la considera como persona, Suzanne se ha convertido en un potiche, objeto decorativo e inútil. Estamos en 1977, los obreros de su fábrica de paraguas se rebelan contra las precarias condiciones de trabajo, él sufre un ataque al corazón y ella debe asumir el mando, con un espíritu moderno y conciliador que no tenía su marido, y deviene una empresaria exitosa.

Una vez más -como en Ocho mujeres, con la que tiene puntos de contacto- Ozon hace su homenaje a la mujer, ubicando su historia en pleno surgir del feminismo, y habla de temas como el embarazo, el aborto, el trabajo femenino y la disposición del propio cuerpo por parte de la mujer. Ozon trata con absoluto respeto a sus actores, Deneuve, el gran Fabrice Luchini y Gérard Depardieu, con todos sus kilos y arrugas, y tiene momentos muy divertidos; el elenco se completa con Karin Viard y Jérémie Rénier, nada menos. Y naturalmente, hay un guiño a Los paraguas de Cherburgo, consagrador trabajo de Deneuve. Con interesantes implicancias políticas, algo nuevo en este director, es una farsa que resulta sumamente disfrutable y fue ovacionada a sala llena por un público poco amigo de efusiones.

Josefina Sartora

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