Gracias
por compartir (Thanks for Sharing)
Dirección: Stuart Blumberg
Guión:
Stuart Blumberg y Matt Winston.
Estados Unidos/2012
Si bien algunos prefieren
presentar comercialmente Gracias por compartir como comedia
romántica, se trata en verdad de un melodrama con el centro puesto en el tema
de las adicciones. En forma predominante la adicción al sexo, pero no sólo esta:
al alcohol, a las drogas, a la comida. El protagonista (Mark Ruffalo, más
atractivo que siempre) está en recuperación de su adicción al sexo, para lo
cual comparte un grupo de rehabilitación, bajo el padrinazgo de un ex
alcohólico (Tim Robbins). Adam evita caer bajo el bombardeo estimulante de las imágenes
sexies que abundan en los carteles de
la vía pública, así como mirar mujeres con poca vestimenta, o televisión o
Internet. En paralelo se viven otras subtramas, que por momentos cambian de
tono y devienen farsa, historias de otros miembros de su grupo, quienes también
libran duras batallas contra sus obsesiones (Josh Gad, Alesia More), o su
orgullo (Robbins). El problema se presenta cuando Adam, después de haber
permanecido sobrio durante 5 años viviendo como un monje, conoce a una mujer (Gwyneth
Paltrow) con quien inicia un tipo de relación distinta de las que le eran
habituales. Pero ella ha jurado no volver a unirse a un adicto.
Ahora el cine
propone otra mirada sobre los prejuicios o prevenciones que despiertan estas
adicciones, sobre la pérdida del control de los pacientes, quienes se ven
obligados a hacer algo que no quisieran, es decir que viven un conflicto
trágico dentro de ellos mismos. Y lo que significa el juicio del otro, más
ocupado en mirar a los demás que en observar sus propias limitaciones. En este
sentido, resulta interesante la figura del coordinador que encarna Robbins, quien
apuesta por la fuerza de la voluntad, montado en el orgullo de su propia
recuperación, y quien, como todos, tendrá sus propios quiebres. Porque en su mirada sobre la adicción el film
muestra cómo todos somos frágiles, tenemos nuestras propias subidas y bajadas. La esposa está interpretada por Joely
Richardson, hija del director Tony Richardson y de Vanessa Redgrave.
Gracias por compartir es la opera prima de Blumberg, guionista
con Lisa Cholodenko de Mi familia (The Kids Are All Right)
gran comedia en la que también actuaba Ruffallo. El director y su co-guionista practican
el trazo grueso, presentando las adicciones con demasiadas generalidades y sin detenerse
un momento a profundizar en sus causas. Por fin, no pueden evitar caer en el
didactismo convencional al que Hollywood nos tiene acostumbrados, en un final
que no convence a nadie y que ablanda un film que presentaba todo el drama
real. Sobre este tema preferimos Shame, el notable film de Steve
McQueen que presenta el problema de una manera más lacerante que Stuart
Blumberg.
Josefina
Sartora
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