A vuelo de Pajarito
Guión y
dirección: Santiago García
Isler
Argentina/2014
Se ha estrenado en
el Malba –templo del buen cine nacional- un singular documental que aborda la
trayectoria de Rogelio García Lupo, emblema del periodismo de investigación en
Argentina. Peculiar porque lo realizó su hijo, Santiago García Isler, porque
García Lupo –apodado Pajarito- todavía continúa en actividad, a sus 82 años,
porque posee una buena cuota de humor, debida tanto al padre como al hijo, y a su
otro hijo, el dibujante Pablo García Verdeja, que agrega momentos de animación
con una caricatura del protagonista y su obsesión por la investigación.
García Lupo
empieza a interesarse por el periodismo acabada la Segunda Guerra, y fue
fundador de agencia Prensa Latina, junto a Gabriel García Márquez, Jorge
Masetti y su amigo Rodolfo Walsh en Cuba, donde vivió entre 1959 y 1960,
apenas comenzado el gobierno revolucionario. Recorrer su carrera profesional
significa acompañar la historia de Argentina durante los últimos 60 años: fundó
un periódico junto a Raimundo Ongaro, dirigió EUDEBA, se retiró del periodismo
durante la dictadura “por razones de supervivencia”, volvió a él cuando
anticipó el desembarco en Malvinas. Y desde entonces, sigue trabajando. Cobra protagonismo en el film su legendario
archivo, que García Lupo acaba de trasladar a la Biblioteca Nacional. El orden
previo a la mudanza sirve de disparador para este documental estructurado
cronológicamente por capítulos, cada uno encabezado con la imagen de uno de los
pajaritos que habitan el espacio porteño. Ordenadas por temas, cientos de
carpetas y cajas con rótulos tales como Nazis,
Cuba, Al Kazar, Menem, y muchos
más, atesoran recortes de diarios de todas las épocas, que Pajarito guardaba
gracias a su capacidad de observador para detectar verdades ocultas detrás de
un hecho. Por ejemplo, la trama económica que revelan los avisos necrológicos,
u oscuros mensajes mafiosos apenas disimulados en la sección de Objetos
perdidos.
A este documental
de observación correcto y sensible, no le faltan los testimonios de amigos
célebres, como Juan Gelman, Osvaldo Bayer o Eduardo Galeano, el recuerdo de su
relación con el Che Guevara, su encuentro con Borges. Desde un lugar
privilegiado, García Isler sabe combinar la figura pública con la íntima,
familiar. Y la altura del vuelo del Pájaro –un periodista íntegro, intachable,
como pocos- despierta el interés del público en general, y no tan solo el de
colegas o amigos.
Josefina
Sartora
No hay comentarios:
Publicar un comentario