29 de noviembre de 2014

Festival de Mar del Plata, 3ª nota

Magical Girl
Dirección y guión: Carlos Vermut
España-Francia/2014


Presentado en la sección Autores, el film premiado en San Sebastián constituyó toda una sorpresa. Para mí al menos, que no había visto la opera prima de su director, Diamond Flash, y poco sabía sobre esta. Magical Girl es un personaje del manga japonés, cuyo vestido ambiciona una chica de 12 años, enferma terminal. Su padre, un profesor desempleado, hará todo lo posible para conseguir la fortuna necesaria para comprarlo. Pero Magical Girl es también Barbara, una mujer enigmática, casada con un psiquiatra exitoso, quien goza inflingiéndose heridas en su cuerpo. Estas son dos de las líneas narrativas por donde circula el film de Carlos Vermut, pero no las únicas. Estructurada como varias historias paralelas, que en algunos momentos habrán de intersectarse en red, la película resulta un thriller psicológico y un film noir con una base permanente en la crítica a lo que ha devenido la realidad social, cuya crisis lleva a la pérdida de valores morales elementales. O al abuso de los poderosos. También explicita su reflexión sobre la raíz de la sociedad española, un pueblo que se debate entre su emocionalidad y su racionalidad. Y el film parece tironeado por esa polaridad.


Bárbara Lennie tiene una presencia tan misteriosa y hermética como sugerente, transmite en cada plano la fragilidad de su personaje oscuro, vulnerable, pero que no duda en someterse a tratos inenarrables –por suerte, fuera de campo, aunque no por eso menos perturbadores. Igual de frágil luce la niña Lucía Pollán. Y José Sacristán vive un regreso triunfal, en el rol de su vida, como el vengador justiciero que quiere poner las cosas en orden. El guión está ajustadamente armado, aunque el uso de elipsis presente ciertos baches, o falta de información, o deje a algunos personajes apenas esbozados. Podemos incluso suponer que esto no es un descuido, porque justamente esa falta de datos crea un clima misterioso e inquietante, y exige la imaginación del espectador. La película está presentada en tres partes, cuyos títulos son Mundo, Demonio y Carne, justamente los elementos que desatan este melodrama. Porque sí, Magical Girl sabe combinar los géneros, e incluye el humor negro junto al horror, o la risa satírica que siempre apunta a la cruel realidad. Los elementos mencionados son los que establecen cárceles emocionales, y los que mueven la acción, la cual va entrando por pasadizos sorprendentes, tan siniestros como inevitables.


En el film abunda el simbolismo, el elemento mítico y lo misterioso –el título y los subtítulos, el lagarto negro, el puzzle, su pieza faltante, el uso de los espejos, etc- pero arraizados en la cruda contemporaneidad. Ojalá tenga su estreno y se abra a la polémica.


Josefina Sartora

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