Magical Girl
Dirección y guión: Carlos
Vermut
España-Francia/2014
Presentado en la sección Autores,
el film premiado en San Sebastián constituyó toda una sorpresa. Para mí al
menos, que no había visto la opera prima de su director, Diamond Flash, y poco sabía
sobre esta. Magical Girl es un personaje del manga japonés, cuyo vestido
ambiciona una chica de 12 años, enferma terminal. Su padre, un profesor
desempleado, hará todo lo posible para conseguir la fortuna necesaria para
comprarlo. Pero Magical Girl es también Barbara, una mujer enigmática, casada
con un psiquiatra exitoso, quien goza inflingiéndose heridas en su cuerpo.
Estas son dos de las líneas narrativas por donde circula el film de Carlos
Vermut, pero no las únicas. Estructurada como varias historias paralelas, que
en algunos momentos habrán de intersectarse en red, la película resulta un thriller psicológico y un film noir con una base permanente en la
crítica a lo que ha devenido la realidad social, cuya crisis lleva a la pérdida
de valores morales elementales. O al abuso de los poderosos. También explicita
su reflexión sobre la raíz de la sociedad española, un pueblo que se debate
entre su emocionalidad y su racionalidad. Y el film parece tironeado por esa
polaridad.
Bárbara Lennie tiene una
presencia tan misteriosa y hermética como sugerente, transmite en cada plano la
fragilidad de su personaje oscuro, vulnerable, pero que no duda en someterse a
tratos inenarrables –por suerte, fuera de campo, aunque no por eso menos
perturbadores. Igual de frágil luce la niña Lucía Pollán. Y José Sacristán vive
un regreso triunfal, en el rol de su vida, como el vengador justiciero que
quiere poner las cosas en orden. El guión está ajustadamente armado, aunque el
uso de elipsis presente ciertos baches, o falta de información, o deje a
algunos personajes apenas esbozados. Podemos incluso suponer que esto no es un
descuido, porque justamente esa falta de datos crea un clima misterioso e
inquietante, y exige la imaginación del espectador. La película está presentada
en tres partes, cuyos títulos son Mundo,
Demonio y Carne, justamente los elementos que desatan este melodrama. Porque
sí, Magical
Girl sabe combinar los géneros, e incluye el humor negro junto al
horror, o la risa satírica que siempre apunta a la cruel realidad. Los
elementos mencionados son los que establecen cárceles emocionales, y los que
mueven la acción, la cual va entrando por pasadizos sorprendentes, tan
siniestros como inevitables.
En el film abunda el
simbolismo, el elemento mítico y lo misterioso –el título y los subtítulos, el
lagarto negro, el puzzle, su pieza faltante, el uso de los espejos, etc- pero
arraizados en la cruda contemporaneidad. Ojalá tenga su estreno y se abra a la
polémica.
Josefina Sartora
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