14 de noviembre de 2014

Turistas en peligro

Force Majeure: La traición del instinto (Turist)
Dirección y guión: Ruben Östlund
Suecia-Francia-Dinamarca-Noruega/2014


Excelente, como sus films anteriores (Involuntary y Play, por ejemplo), es este último del director sueco Ruben Östlund. Siempre interesado en las conductas humanas, filoso, inmisericorde, si en los anteriores se refería al desenvolvimiento social y grupal, en este film focaliza en un drama familiar.

Familia burguesa acomodada pasa unos pocos días en un centro de ski en los Alpes, que parece salido de un film de ciencia ficción. Durante un almuerzo frente a la montaña, sobreviene una avalancha de nieve. Ella protege a sus dos niños, mientras él huye a refugiarse. Se produce entonces un quiebre en ese núcleo familiar, que será difícil componer. Se suceden entre los protagonistas varios estadios: reproche, negación, rencor, autoconmiseración, redención, y mucho dolor, que sufren también los niños. El drama es vivido desde una sensibilidad escandinava, obviamente, y está imbuido de un humor sordo, irónico, como la mirada del empleado que es mudo testigo del drama. En esta oportunidad, el grupo social amenazado es la célula familiar, donde se suponía que “todo está bajo control”, al decir de los padres, sobre el cual se ha precipitado la avalancha. La metáfora -obvia- reside en el grupo que se lava los dientes frente al espejo, todos juntos antes del desastre, uno solo al final.


Östlund es un observador de la psicología y las relaciones humanas, que explora impiadosamente, sin temor de mostrar la incorrección política, o los aspectos más oscuros de las conductas. Basta recordar el racismo de los neo nazis mostrado en Play. Aquí pone en juicio al patriarcado. Ha logrado también un muy bello film visual, fotografiado brillantemente por Fredrik Wenzel, con unas imágenes en la nieve realmente espectaculares. La escena de la avalancha es también notable. En otros momentos el cuadro es cerrado, recorta todo lo que queda externo al drama, sobre todo los personajes circundantes, excepto quienes son testigos y partícipes del conflicto conyugal. El sonido cobra también una importancia adicional como señal de peligro inminente, con ruidos amenazantes. Si bien el film tiene una coda innecesaria, y por momentos cae en la solemnidad, Östlund se confirma como el director sueco actual de mayor importancia.

Agradecemos la labor de las distribuidoras independientes que estrenan películas realizadas fuera del circuito de Hollywood, en este caso la joven Lat-e. Pero también sería positivo que confiaran en los títulos originales: este drama escandinavo no merecía el rimbombante que le han endilgado aquí, La traición del instinto, frente al simple Turista.


Josefina Sartora

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