22 de junio de 2015




El rufián moldavo
Edgardo Cozarinsky
Buenos Aires, La Bestia Equilátera, 2015

La editorial La Bestia Equilátera, siempre con la propuesta de interesantes obras narrativas, acaba de reeditar El rufián moldavo, la primera novela de Edgardo Cozarinsky, dada a conocer en 2004. Investigador incansable y creativo, artista total a la manera renacentista, que ha incursionado en el cine documental y de ficción, en la literatura y el teatro, Cozarinsky presenta aquí algunos de los temas que lo inquietan y que habrían de reaparecer en obras posteriores.

Un estudioso, suerte de alter ego de EC, es el narrador de esta historia que se interna en el pasado del país, en los devenires de inmigrantes judíos de principios del XX, en la trata de mujeres en una red de proxenetas judíos, en la poco conocida historia del teatro idish en Argentina, todos temas que circulan, bifurcan y se cruzan transitando entre el documento y la ficción, entre la historia y la literatura. La peripecia ocupa distintos momentos y espacios: de la actualidad a 1920, de Tres Arroyos a Avellaneda y París. Tango, prostíbulos, explotación sexual de la mujer, afán investigativo, todo fluye en la narrativa de Cozarinsky con una naturalidad que evoca los cuentos de orilleros de Borges, y se inscribe en la mejor narrativa argentina, a la que rinde diversos homenajes.

Vimos en 2015, en el mágico teatro Hasta Trilce, la versión operística de El rufián moldavo, bajo el título de La ultramarina, con música de Pablo Minetti y la régie de Marcelo Lombardero. Una prueba más de la versatilidad de Cozarinsky, de su circulación por un territorio sin fronteras entre los géneros, entre las artes.


Josefina Sartora

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