El viajante
(Forushande)
Dirección
y guión: Asghar Farhadi
Irán-Francia/2016
Josefina
Sartora
Por
segunda vez, el Oscar a la mejor película extranjera fue para un film de Asghar
Farhadi, y su nacionalidad iraní fue uno de los motivos fuertes para
otorgárselo. El discurso de agradecimiento que leyó una compatriota, ante la
política antiinmigratoria del presidente Trump que impidió el viaje del
director a Estados Unidos, fue el único mensaje comprometido en una ceremonia lavada
y acomodaticia en la que todos perdieron la oportunidad de constituirla en un
acto de resistencia. Incluso los numerosos premiados de raza negra, que hubieran
podido hacer de la entrega una plataforma para mejorar las cosas en su
comunidad, prefirieron no hacerlo.
Farhadi
había ganado ya un Oscar con la excelente Nader y Simin una separación, y es
también el director de El pasado y Buscando a Elly. En El viajante vuelve a indagar en las
relaciones humanas y familiares, en un melodrama que también tiene
connotaciones de crítica moral y social, aunque no alcanza los niveles de sus
obras anteriores.
En
este caso, se trata de un tema de honor. Una pareja de clase media debe mudarse
con urgencia de departamento, y se instalan en uno que le consigue un
compañero, enterándose más tarde de que la anterior ocupante trabajaba como
prostituta. La nueva ocupante (la excelente y bella Taraneh Alidoosti, actriz
de Buscando
a Elly) debe atender llamados molestos, y en un descuido es atacada por
un desconocido, que presumiblemente busca a la otra mujer.
Desesperado
por no haber protegido a su esposa, el marido prefiere no indagar demasiado
sobre el ataque y sus consecuencias, pero logra averiguar –tras una
investigación perspicaz- quién fue el atacante. Lo secuestra, desatando todo un
drama en que los valores morales y sobre las conductas humanas se ponen en crisis.
De cómo la vida común se ve dañada por una violencia inesperada y no buscada,
con consecuencias indeseables.
Ambos
esposos son actores de teatro, y durante la tragedia estaban ensayando La muerte de un viajante, de Arthur
Miller. Al tiempo que el drama traza ciertos paralelismos con la obra de teatro
en cuanto a las relaciones de pareja y la responsabilidad masculina, se
desarrolla un retrato de una sociedad patriarcal, machista, con gran diferencia
entre las actitudes del hombre y la mujer. En última instancia, víctimas y
victimarios no son muy diferentes. Seca, sobre sentimientos básicos, bien
contada y actuada, derrapa sin embargo en su última parte, que no sostiene el
rigor del comienzo.
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