Margen de error
Guión y dirección: Liliana
Paolinelli
Argentina/2019
Josefina Sartora
Liliana Paolinelli dedica su cine al
amor entre mujeres, temática muy poco abordada por el cine argentino, que
recién ahora empieza a tener lugar en las salas, gracias a la desbordante
euforia del feminismo y los permisos que hasta hace poco no se tenían.
Lengua materna fue un ejemplo de cómo dos generaciones viven el
lesbianismo, fuera del armario; Amar es bendito, la experimentación
de formas de amor alternativas; Margen de error, el amor entre
generaciones.
Iris es una científica libre,
independiente, que festeja su cumpleaños junto a su pareja Jaqui y un grupo de
amigas lesbianas. Ha acogido en su casa a Maia, la hija de una amiga que ha llegado
de Tucumán a estudiar en Buenos Aires. Iris le muestra la ciudad, la recibe
casi como una hija, la ayuda a instalarse en el departamento que alquila. Maia
también se siente atraída por las mujeres, y se enamora de una mujer
mayor. Por algunos datos que da la chica, y otros indicios, Iris termina
creyendo que ella misma es el objeto del deseo de Maia. Sobreviene entonces una
serie de enredos, malentendidos, engaños, omisiones, lo típico de una comedia
romántica con conflicto.
La directora siempre demuestra una
acertada decisión en la elección de los castings. Susana Pampín es una actriz
de una versatilidad y sensibilidad evidentes, como lo ha demostrado en el
teatro –hoy en Tarascones, junto a otra genia, Paola Barrientos, quien también
se luce en La afinadora de pianos- y en el cine. Su Iris es un personaje
de variados matices, y sabe articular la espontaneidad de la primera parte con
las dudas, la desorientación, el conflicto de la segunda. Eva Bianco como su
pareja, sobria, como siempre, y la intervención de la joven actriz tucumana
Camila Plaate es un hallazgo, en total sintonía con Susana Pampín.
Margen de error tiene un ritmo
activo, preciso, y las situaciones son mostradas con naturalidad, sin bajada de
línea. Por momentos muy divertida, otros de triste patetismo. Es importante la presencia de un grupo de pares, aunque no se profundiza este tema. Hubiéramos esperado que la película desarrollara más otros asuntos, como
la infidelidad en la pareja de amigas recién casadas, o la historia de la misma
Maia, pero hay aquí una clara decisión de no elaborar ni derivarse en historias
secundarias, atenerse a la historia mínima, la de Iris, sin abandonar su punto
de vista.
El de Paolinelli es un cine valiente
por sus temas, pero –ya lo hemos dicho en ocasión de Lengua materna- en lo
formal se atiene a los cánones clásicos, los más tradicionales del costumbrismo
argentino, con el riesgo de que el lesbianismo manifiesto, que es una forma del
no conformismo, caiga en lo convencional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario