14 de julio de 2020

García Lorca revisitado

Bernarda es la patria
Dirección: Diego Schipani
Guión: Diego Schipani y Albertina Carri
Argentina/2020

Josefina Sartora

Willy Lemos y Diego Schipani. Foto Federico Bracken

Bernarda es la patria es una película de cruce: una dirección lleva a la puesta en escena de algunos monólogos de La casa de Bernarda Alba, de García Lorca, cuya protagonista es Willy Lemos, y éste es quien dispara la otra dirección, la de su historia personal y colectiva, la del underground porteño en los ’80, durante y después de la dictadura, la de los transformistas que actuaron en escenarios hoy icónicos como Cemento, o el Parakultural, aunque en algún momento Lemos declara que ese vino después. Pionero de un intento avanzado, progre, por combatir la binariedad sexual.

El director teatral que pone en escena la obra, Ariel Farace, declara que no se trata de poner la obra completa, sino un palimpsesto. Sí, porque esos textos originales, dichos en forma de monólogo por actores varones, hoy, cobran otra significación, otro valor, otra esencia, producen otra textualidad.

Esas dos direcciones producen a su vez otros cruces, otras direcciones, que no responden a un plan guionado sino que parecen seguir los ritmos de las subjetividades de los personajes, liderados por Lemos. Si por un lado vemos un casting para la obra en el teatro Margarita Xirgu –actriz que trajo la obra a Buenos Aires- un casting con momentos excepcionales, por otro allí está el testimonio de Lemos evocando sus memorias familiares y sociales, retazos de una vida contestataria que es también obra, con una apertura y franqueza tan valiente como conmovedora, mientras lo maquillan admirablemente para su protagónico. Gran escena. Por un lado el dramatismo de Lorca, los parlamentos fatales dichos en la penumbra, y por otro el humor irreverente a flor de piel de Lemos, su ternura, el cariño por sus amigos.

Con Albertina Carri como coguionista, resulta inevitable que la patria ocupe un lugar esencial, la patria donde se reprimió, donde los travestis siempre sufrieron una discriminación y un rechazo social lacerante. La persecución policial, “la peste rosa”, la diversidad sexual combatida. El teatro en abismo es el espacio de experimentación, de desarrollo de esos temas que parecen haber estado anunciados en la obra de García Lorca, quien pagó con su vida esas libertades.


En una de las direcciones, a Lemos lo acompañan Fernando Noy, Mosquito Sancineto, Vanessa Show, y otros. En la otra dirección, Farace, Verónica Llinás, Iván Moschner –extraordinario monólogo-, Lalo Rotavería –quien hace un genial chiste teatral.

Se ha dicho que es esta una película caótica. Nada de eso: tiene los ritmos, las múltiples direcciones de la memoria. De todos nosotros.

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