6 de abril de 2011

Más anticipos del Bafici

Competencia Internacional



La lisière. Géraldine Bajard, Francia-Alemania/2010.

Durísima opera prima, que pinta un retrato de la sociedades que habitan en comunidades cerradas, como los countries, barrios o nuevos pueblos programados, como el del film. Allí llega un joven médico que se ve muy pronto acosado por los adolescentes que buscan canalizar sus perversiones en juegos macabros, siempre en los bordes, traducción de lisière. Las chicas con su seducción, los chicos con la violencia, no permiten que el médico viva en paz en ese ambiente morboso, aunque él no expresa ninguna reacción.

Film de difícil visión, por las elecciones de la directora: las escenas –impecables, glaciales- son cortadas sin que sepamos sus conclusiones, con evidente anti-organicidad, y la actuación de los adolescentes es hierática, operando casi como autómatas. Podría decirse un cine de la crueldad, feroz crítica social, donde sobrevuela la sombra de Michael Haneke.



Competencia Cine del futuro

Fleurs du mal. David Dusa, Francia/2010.

Bien clasificada en la sección Cine del futuro, podría decirse que es ésta una película de amor postmoderno, o de cómo se desarrolla el encuentro amoroso en las sociedades desarrolladas contemporáneas. El es un chico de origen árabe en Paris, dedicado al Facebook y a desplazarse mediante un baile bastante acrobático, desde su departamento al hotel donde trabaja como botones. Ella es una chica iraní en su primera visita a la ciudad, que sigue obsesivamente por Internet la evolución de las protestas en Teherán durante las últimas elecciones.

Una historia simple, que contiene tantos elementos actuales: ese amor con cierto desapego que hoy viven los más jóvenes, el desarraigo y las migraciones, los –largos- tiempos muertos centrados en el baile, y sobre todo, el tremendo poder de la Internet.



Panorama

Post mortem. Pablo Larrain, Chile/2010.

Otro sórdido retrato de la sociedad chilena durante 1973, del realizador de Tony Manero, que acaba de ganar dos premios en el Festival de Guadalajara.. Su actor Alfredo Castro regresa como un oscuro empleado de la morgue atraído por su vecina, una bailarina de cabaret. Con una imagen sucia y gris, largos planos fijos, peso del fuera de campo, sin música, el film no se pretende atractivo. El costado político es aquí literal y opresivo, aunque también metafórico, ya que el protagonista podría encarnar al pueblo chileno que aceptó el golpe. Gustará a quienes disfrutaron con la anterior, pero a mí no me parece el gran director chileno.


Dharma Guns. F.J.Ossang, Francia-Portugal/2010.

En blanco y negro, con momentos de color, este film alucinado significa una propuesta radical, para amar, odiar o quedarse afuera, como me sucedió a mí, en cierta medida. El protagonista, que ha salido de un coma, se ve envuelto en una peripecia que se desarrolla en una mezcla aleatoria de paranoia, mundos imaginarios en un futuro contaminado, situaciones sin secuencias causales lógicas, fragmentarias, que colocan la historia (¿?) en un posible mundo psicológico, producto del trauma. Con una estética que remite al Mabuse de Fritz Lang en la ficción –con apertura y cierre del iris incluídos- y un bellísimo uso del paisaje, que ya apreciáramos en los cortos del cineasta, escritor, músico F.J.Ossang, vistos en el Bafici de 2009.


Parto. António Borges Correia, Portugal/2010.

Una vez más, el cine de Portugal ofrece muestras de calidad en su notable resurgimiento. Parto (traducida como Delivery) es una suerte de road movie documental de un ataúd que un empresario de pompas fúnebres debe entregar en un pueblito del valle de la Peneda, en el noroeste portugués. El recorrido sufre diversas alteraciones, y en el camino vamos adentrándonos en lo profundo de ese país donde el tiempo parece haberse detenido. Salen al encuentro las características de esos pueblos rurales, la vida simple de los campesinos, la hospitalidad de su gente, las conversaciones de los mayores, las migraciones cuando son jóvenes, los paisajes en la niebla. Un viaje en el espacio, y también en el tiempo.



Pink Saris. Kim Longinotto, Gran Bretaña-Inida/2010.


La India continúa siendo uno de los países patriarcales donde la condición de la mujer atraviesa estados alarmantes. La documentalista inglesa Kim Longinotto registra el trabajo de la activista Sampat Pal, líder del Gulabi Gang, un grupo de ayuda a la mujer en el Norte del país. La mujer ampara a esposas muy jóvenes que sufren las consecuencias de matrimonios infantiles, aún en uso en la India, cuando las esposas pasan a vivir con la familia del marido, quien a menudo deja el hogar para trabajar en las ciudades. Entre su familia política, lejos de su familia de origen –a la cual a veces dejan de ver para siempre- las mujeres sufren los abusos de suegros y cuñados, traducidos en violaciones, golpes y otros maltratos. Sampat lleva a víctimas y acusados ante la policía –y ante las cámaras- erigiéndose en una suerte de jueza y componedora de matrimonios. La cámara registra diversas historias, distintos personajes, todos con problemas similares, y entre una y otra, postales de la India profunda.


He visto varias películas latinoamericanas de la sección Panorama que no recomiendo, sobre todo cuando hay tantos otros títulos valiosos para ver: Ocaso, film chileno de Théo Court, El destello, del uruguayo Gabriel Szollosy, Luz nas trevas, de Ícaro C. Martins / Helena Ignez, de Brasil, escrita por Rogério Sganzerla.



Nocturna

Cold Fish. Shion Sono, Japón/2010.

Para los amantes del gore está este film del director del recordado Suicide Club. Se trata de las tribulaciones de un opaco, insignificante personaje, dueño de una tienda de peces, acosado por el enojo de su hija frente a su nuevo matrimonio, por otra parte bastante frustrante para él. El hombre cae en manos de un colega poderoso, un psicópata que lo arrastra en oscuros negocios, perversiones y muy sangrientos crímenes, logrando sacar afuera toda la agresividad reprimida del protagonista. Lo que empieza como una comedia negra culmina en escenas que requieren paraguas para no quedar salpicados de sangre. Y a la vez, se trata de una aguda crítica a la sociedad de consumo.

Foco Jacques Doillon

Le mariage à trois. Jacques Doillon, Francia/2010.

Resulta difícil decir quiénes son los tres, ya que hay cuatro personajes involucrados en este cruce de parejas: un escritor (Pascal Greggory), su ex amante y actriz (Julie Depardieu), el amante de ella, un joven actor (excelente Louis Garrel)- y la muy joven secretaria del escritor (reveladora Agathe Bonitzer). Todos ellos establecen un intercambio de ideas y de favores amorosos durante una tarde en un sitio bucólico, ante la mirada de un quinto personaje testigo. Sus sentimientos en crisis, rencores, deseos, son expresados en un juego de actores con largos e interminables diálogos que logran irritar al espectador. Están los temas de Doillon, pero también demasiado cerca del cine de Rohmer, sin la gracia del maestro.

Josefina Sartora

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