27 de julio de 2011

Copias, dobles, espejos

Copia certificada (Copie conforme)

Dirección y guión: Abbas Kiarostami

Francia-Italia-Bélgica/2010.



Advertencia: como es habitual, mi nota contiene datos sobre el argumento –conocidos como spoilers- que adelantan información sobre el film. A quien no quiera enterarse de lo que sucede, le aconsejo que lea la nota después de ver la película.


La inventiva de Abbas Kiarostami parece inagotable. Si bien en su última película, realizada fuera de Irán con capitales y elenco europeos, retorna sobre las constantes en su cine, nos sorprende tanto o más que en ocasiones anteriores. La peripecia puede resumirse así: un inglés estudioso del arte presenta en Florencia su libro cuya tesis radica en que copia y original poseen similar importancia. Tema que da para tantas elaboraciones, y sobre todo en Italia. Una mujer del público que ha acudido a la presentación con su hijo lo cita en su tienda de antigüedades y copias, y lo lleva de paseo en auto a Lusignano, pueblo al que acuden los jóvenes a casarse, antes de que él tome su tren. Durante la primera hora del encuentro, conversan sobre el tema del libro: cuál es la importancia del original, qué lleva algo a devenir una obra de arte. En el pueblo, van a un café, donde la dueña los toma por un matrimonio. Ella no la corrige. El le cuentea el origen de su libro, concebido cuando años atrás vio una madre con su hijo en una calle de Florencia: era ella. A partir de entonces, la mujer empieza a recriminarle al hombre el abandono que hace de ella y de su hijo, su frialdad, su egoísmo, el modo en que se desentiende de su familia, consagrado a su trabajo y los viajes. Es su 15º aniversario; pasean, discuten, intercambian reproches, alguna caricia.

Kiarostami alude desde el título a la deuda de esta película con otras originales. Y la crítica ya se ha ocupado en encontrarlos: suerte de reescritura u homenaje a Viaje en Italia de Rosselllini, similar puesta en escena, estructura, temática y diámica de Antes del amanecer y Antes del atardecer de Linklater, desorientación modernista de la realidad como en Hace un año en Marienbad de Resnais, y yo diría, reescritura de sus propias películas con diálogos interminables dentro de autos, planteo del rol de la mujer frente al hombre, etc. Toda la postmodernidad ha planteado esta incógnita. ¿Dónde reside la autenticidad? ¿Dónde la originalidad? En una extensión de su broma, como para refrendar su deuda con el cine europeo moderno, Kiarostami incorpora al veterano y eximio guionista Jean-Claude Carrière en un cameo, aconsejando al hombre sobre cómo le conviene tratar su mujer.


Este film del realizador iraní inquieta y mueve de su cómodo lugar al espectador, quien en su desconcierto intenta reconstruir en qué momento se produjo la fisura, el quiebre de la lógica causal, el pasaje a esa otra situación, y se encuentra ante disyuntivas, o distintas interpretaciones: ¿la pareja está actuando en la primera parte y la segunda es la realidad? ¿O viceversa? ¿Se ha producido un pasaje mágico? ¿Cuál es la copia y cuál el original? Todo es posible, no hay respuestas taxativas ni certezas. Esa es la propuesta, hay que ver qué se hace con ella. Y todo acompaña una larga reflexión sobre el arte, el amor, la pareja, la familia y la muerte.

El inglés William Shimell, en su debut cinematográfico, no está a la altura de su habitual labor como barítono. En cambio Juliette Binoche imprime un matiz diferente al cine de Kiarostami; se podría decir que es su película, tal es la fuerza de su persona y su despliegue de matices. Merecedora del premio en el último Festival de Cannes, pasa de ser madre alterada, a fan seductora, y de allí a esposa insatisfecha. Sin callar un minuto. Kiarostami explota todas las posibilidades de su rostro y expresividad, abundando en un determinado uso del primer plano que remite al espejo, otra forma de copia, así como antes había mostrado el paisaje toscano reflejado en el vidrio del coche. ¿Y qué es el cine, sino copia de realidades?
Josefina Sartora

Fotos: Laurent Thurin Nal

No hay comentarios:

Publicar un comentario