5 de octubre de 2011

El lenguaje de los cuerpos

Pina Bausch por Donata Wnders

Pina

Dirección: Wim Wenders

Alemania – Francia- Reino Unido, 2011

Hemos encontrado al mejor Wim Wenders en Pina, una película extraordinaria. En verdad, Wenders venía en caída libre, ya en El hotel de un millón de dólares, y profundizada después en su Palermo Shooting, pero en este documental en 3 D sobre la danza de Pina Bausch ha recuperado sus mejores talentos.

Amigos durante décadas, Wenders y la coreógrafa Pina Bausch estaban preparando un film cuando la artista murió súbitamente de cáncer, en 2009. Wenders siguió adelante con su proyecto, involucrando a toda la compañía Tanztheater Wuppertal, que de esta manera rinde homenaje a su maestra.


Pero el sujeto del film es la danza, creada según la personal concepción de Pina, una danza que incorpora mucho del teatro, en cuyo devenir los cuerpos expresan todo un mundo emocional y los temas eternos de la condición humana: la necesidad del amor, la soledad, la muerte. Distintas coreografía creadas por ella son filmadas por la cámara de Wenders, que se introduce entre los bailarines, y gracias al particular y fascinante efecto tridimensional el espectador se siente inmerso en ese movimiento continuo, que gira y se desplaza alrededor de él. El film comienza con una magnífica versión de La consagración de la primavera, tantas veces vista, pero nunca como en esta peculiar concepción de Pina, en un escenario cubierto de turba. Lamentablemente, dadas las condiciones de un documental abarcativo, las obras nunca son presentadas en toda su extensión, y así sucede también con otras, como la célebre Café Müller, que Pina presentó en Buenos Aires, una búsqueda del encuentro a ojos cerrados. El homenaje se completa con fragmentarios testimonios en off de los miembros de la compañía, quienes abarcan una amplio abanico cultural y étnico: un recuerdo, una lacónica indicación de Pina -“Tenés que asustarme” o “Seguí buscando”- es todo lo que sabemos de ella. Ningún dato biográfico, ninguna entrevista de archivo.

Pina incluye los elementos en sus puestas. La tierra el agua son frecuentes en el escenario, como en la magnífica Wollmond, en la cual los bailarines danzan casi salvajemente en el agua alrededor de una roca gigante, con un efecto sensual sorprendente. Pero las puestas de cada pieza no son exclusivamente en escenarios, sino que Wenders da un paso más, explorando el exterior. Así, algunas coreografías tienen lugar en parques, cerros o incluso en las calles de Wuppertal, la ciudad donde la compañía tiene su sede.

Después de renovar el cine de entretenimiento, el 3D ha abierto una inédita posibilidad para filmar teatro, un hecho siempre limitado por el escenario, aboliendo la ventana clásica y la distancia entre la tarima y la butaca del espectador, incorporándose éste a la acción teatral, con nuevas experiencias sensoriales.

Josefina Sartora


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