23 de febrero de 2012

De espías y sedas

El topo (Tinker, Taylor, Soldier, Spy)

Dirección: Tomas Alfredson

Reino Unido/2010-2011



Novias, madrinas, 15 años

Dirección: Diego Levy y Pablo Levy

Argentina/2011



Nuevamente la cartelera propone dos films sobre los que vale la pena referirse en paralelo. Como en el caso de El artista y Yatasto, se estrenan simultáneamente un film que llega con varias nominaciones al Oscar y a otros premios, con una gran producción y un reparto multiestelar, y por otro lado una opera prima argentina, documental, un film pequeño pero que posee toda la vida que le falta a aquél.



El clásico de John Le Carré traducido como El topo regresa como un thriller de espionaje durante la Guerra Fría, dirigido por el sueco Tomas Alfredson en una mega coproducción. Si bien luce impecables realización y puesta en escena, pone en evidencia las dificultades en la trasposición de una obra literaria muy compleja que había resultado una exitosa serie para la TV protagonizada por Alec Guinnes. Se trata de descubrir quién está haciendo contraespionaje en un grupo de élite del gobierno inglés (de allí el título original, Tinker, Taylor, Soldier, Spy: uno de ellos es el traidor). La historia avanza con marchas y contramarchas y giros de guión, y el resultado es un film algo confuso, ya que sus abundantes pliegues no siempre quedan bien resueltos.

El film cuenta con un elenco impecable, donde sobresale el protagonismo de Gary Oldman y John Hurt, con Colin Firth en un secundario, y una elaborada fotografía en sepias que evocan una Inglaterra del pasado, como revisión de una época oscura. Pero Alfredson no llega al nivel de Déjame entrar en esta historia de espionaje y contraespionaje que aborda temas como la amistad, la fidelidad y la traición.



Novias, madrinas, 15 años es un simpático documental crepuscular, dirigido por los hermanos Diego y Pablo Levy, sobre la sedería que su padre tiene en el Once desde hace décadas. Actividad en vías de extinción por el consumo masivo de ropa ya confeccionada, la venta de telas para vestidos de fiesta está reivindicada aquí por todos los empleados, unos personajes queribles que hablan de su relación con su oficio y sus compañeros con espontaneidad y frescura. El film transcurre casi exclusivamente dentro de la tienda. Delante de un muro cubierto por telas espectaculares, de esas que ya no suelen verse, porque la ropa masiva no usa de ellas, las historias que cuentan los empleados llegan a ser hilarantes.

Sin pretensiones, con la tensión justa, y conocimiento del tema, con la pasión que le falta a El topo, este documental constituye también una suerte de homenaje a la vejez y a cierta tradición laboral.



Josefina Sartora


No hay comentarios:

Publicar un comentario