14 de abril de 2012

Bafici 2012 - 2a nota. Los primeros días

Función de apertura

El último Elvis. Armando Bo, Argentina/2011



Es el tercer año consecutivo que el Bafici proyecta en función de apertura un film argentino. Y el segundo en que se trata de una opera prima. Las anteriores fueron Secuestro y muerte y Vaquero. El último Elvis es la mejor de las tres. Armando Bo, nieto del famoso homónimo, viene del cine comercial pero todavía es un joven realizador. Ha logrado una opera prima muy digna, que sorprendió a la crítica, yo incluída, que iba con ciertas prevenciones. Elvis es el seudónimo de un doble argentino, como los hay a montones en Estados Unidos, fanático del original, y que lo imita muy pero muy bien. El actor John McInerny es cantante, y se luce en el film más como cantante que por su talento actoral. Elvis canta en un circuito de tercera: fiestas de medio pelo, clubes de barrio, bingos, y le cuesta cobrar su dinero, por eso es además obrero en una fábrica. Lo que a Elvis le interesa es su arte, y se lo toma en serio. Tiene una difusa relación con su mujer y su hija, ya que no parece capaz de asumirse como padre. Aunque la vida le dará una oportunidad.

Una cámara apropiada, y sobre todo una dirección de arte impecable, tanto para los ambientes porteños como para las escenas que supuestamente tienen lugar en Memphis -la producción no pudo acceder al mítico Graceland- adelantan el éxito de este film de próximo estreno.



Competencia

Francine. Brian M. Cassidy y Melanie Shatzky, Estados Unidos-Canadá/2012.
Me habían dicho que Francine era una de las mejores películas en la Competencia Internacional. Espero que no sea así, porque si lo fuera, la competencia pintaría muy mal. Más un ejercicio de escuela que una película para competir en el Bafici, Francine es un film indie americano, típico retrato de una marginal, recién salida de prisión, en ambientes nada atractivos de Norte América. Film episódico, que muestra a la protagonista –de quien casi nada sabemos- en distintas situaciones de su vida en soledad, a excepción de una familia de animales de los que se rodea en abundancia y a los cuales dedica su afecto, si no cuidado porque todos viven en medio de la mugre y los parásitos. Con una imagen rústica, sin cuidado por el detalle técnico, las situaciones y los planos están llevados -todos- más allá de lo necesario. Marissa Leo es quien evita que uno salga de la sala en busca de un presente mejor.

Hemel. Sacha Polak, Holanda-España/20
Hemel significa cielo en holandés, y es el nombre de la protagonista de este film. No es la única similitud con Francine. Hemel también es una mujer que no encuentra cómo relacionarse en el mundo, y aquí también la cámara sigue a la protagonista en todos los planos. También episódica, está estructurada en capítulos innecesariamente titulados. Hemel es una adicta al sexo, que tal vez utiliza como medio para salir de un vínculo edípico e identificatorio con su padre, quien la ha criado y a quien ella tiene como modelo y objeto del deseo. Hannah Hoekstra tiene un rostro bellísimo, pero su cuerpo algo anoréxico habla de la insatisfacción, la tensión y el desgarro interno de la chica.
Demasiados parecidos para dos películas en Competencia, que algunos comparan con los Dardenne, aunque no les llegan ni a la D.

Policeman (Ha-shoter). Nadav Lapid, Israel/2011
Los unos y los otros. Lapid elige comenzar por mostrar el punto de vista de un cuerpo de la policía antiterrorista, un grupo de policías típicamente fascista, todos iguales, con mucho espíritu de cuerpo, códigos y leyes de camaradería. Del otro lado están los terroristas, un grupo de jóvenes judíos que protestan por las diferencias socioeconómicas de la Israel actual y planean una misión armada. Pero ni los unos ni los otros convencen mucho en este film laureado en Locarno. En todo caso, los policías están zpresentados mucho más seguros de lo que hacen y para qué lo hacen, y su mayor confusión es darse cuenta de que los otros, esta vez, no son árabes. Terminó haciéndome mucho ruido, ideológicamente.

Otras


Sangre de mi sangre (Sangue do meu sangue). Joâo Canijo, Portugal/2011.
Pocos films actuales hacen del plano secuencia la estrella de la película como este de Joâo Canijo sobre un melodrama familiar con evocaciones de tragedia griega, de las cuales ya ha partido su cine previo, y toma de ellas sexo, incesto, violencia, anagnórisis y otros elementos característicos. Con mucho de culebrón televisivo, la acción tiene lugar en su mayor parte en el departamento familiar, donde la cámara va de un cuarto a otro siguiendo un par de personajes para dejarlos y tomar otro par, con lo cual, utilizando la profundidad de campo podemos ver dos acciones y conversaciones simultáneas, independientes entre sí. Sin que resulte forzado ni artificioso, logra un realismo absoluto.
En un barrio de clase obrera en los bordes de Lisboa, una madre soltera lucha por dar a sus hijos un futuro mejor, acompañada por su hermana que carga con sus propios problemas. Encabezando un elenco excelente, Rita Blanco es una gran actriz para un personaje enorme, la matriarca que debe lidiar con un hijo a punto de descarriarse, y una hija que parecía ser la que saldría de ese destino precario, pero se ha enredado con un profesor, hombre mayor y casado. No menos fuerte es la actuación de Nuno Lopes, el mafioso, lado oscuro que acosa la felicidad familiar.
Con premio Fipresci en San Sebastián y otros en Portugal, se trata de un film social con cierta misantropía, que aborda varios temas y habla también del amor incondicional.


Mal nascida. Joâo Canijo, Portugal/2007.
No es ningún secreto que el melodrama es uno de mis géneros favoritos, junto con el film noir. Por eso mi entusiasmo por seguir el Foco Canijo. Después de ver Mal nascida, un film de 2007, es notorio que su último Sangre de mi sangre traí­a marcas personales ya desarrolladas en los anteriores, como suele ocurrir, algunas muy fuertes: la cámara itinerante para el muy frecuente uso del plano secuencia; los primeros planos utilizados dramáticamente; los tópicos del melodrama -conflicto familiar, dilema, sexo, violencia, incesto, reconocimiento-, que toma de la tragedia griega; y el uso de esta última, ya que Mal nascida transpone el mito de Electra, o la Orestíada, a un pueblo remoto en las sierras portuguesas, y en la actualidad, aunque parezca atemporal.
Una joven enlutada acusa a su madre y padrastro por haber matado a su padre, y espera la llegada de su hermano quien vengará a su padre y la salvará de un destino miserable. Se trata de un film denso, claustrofóbico, oscuro, de régimen nocturno de la imagen, que muestra a Canijo como excelente director de actores, con una ya inquietante Anabela Moreira, quien reaparecería en Sangre de mi sangre. Canijo realiza un ingenioso juego con los nombres: Egisto/Evaristo, Electra/Lucía, Orestes/Augusto, pero en lo demás, la tragedia sigue fielmente el original, llevando el incesto al extremo.


Hors Satan. Dirección y guión: Bruno Dumont. Francia/2011.
Fue el film más extremo en el festival de Mar del Plata, y en la filmografía del gran Bruno Dumont. Hors Satan vuelve sobre el tema crístico, caro al director. Tal vez lo más interesante y llamativo sea que se vale de actores no profesionales quienes, siguiendo una marcación de actuación neutra, impávida, logran que un relato que se aparta de todo el cine convencional vigente, y que toca lo milagroso, sea convincente. El espíritu de Bresson ronda, naturalmente.
El protagonista, un vagabundo que vive a la intemperie entre árboles y médanos, amparado por una jovencita que lo ama y protege, no manifiesta nunca un interés erótico por la chica, sino que se muestra más orientado a hacer justicia por ella y por los demás. ¿Ángel o demonio?
Casi sin diálogos, sin música, desapegado de toda emoción, en una geografía embellecida por la fotografía, de ámbitos rurales en una región del norte de Francia siempre filmada por Dumont, el film propone cuestiones morales y humanas, preguntas sobre el bien y el mal, que se niegan a toda certidumbre.

Josefina Sartora

No hay comentarios:

Publicar un comentario