Panorama del teatro.
Loza y sus mujeres
Este año Loza presenta varias obras. La más destacada se
pone en su propio teatro, Elefante: Todo verde es otro monólogo de una
mujer en estado crítico. Una repostera del pueblo soltera y reprimida, ve
alterada su vida monótona y su mentalidad inocente con la llegada de la
Claudia, una mujer con mundo quien inmediatamente se hace su amiga y llega para
abrirle puertas y ventanas a la vida. En 50 minutos, la protagonista nos da su
relato de la relación con esa amiga que la despertó al placer, a la sexualidad
y al deseo. Y el amor, nunca confesado. Ella prefiere ignorar la verdad sobre
la vida de la Claudia, porque su amor sólo le permite ver el lado luminoso de
esa mujer que pasa por profesora de inglés. La forastera le enseña a tomar el
té de las cinco, y a practicar para cuando viajen juntas a Londres. Porque sí,
también con la Claudia aprende que se puede salir del ámbito chico donde vive.
Con una silla, la iluminación inteligente y elocuente de
Matías Sendon, y los gritos de un loro fuera de escena –el verde del título-,
logrado con un complejo dispositivo sonoro, allí está el enorme talento de María
Inés Sancerni para crear un clima teatral como pocas veces se logra con tan
pocos recursos. O tantos, los propios, expresivos. Basta ver su trabajo con los
matices de voz cuando reproduce sus diálogos con la Claudia, o cuando se
dirige, airada, al loro. Una actriz extraordinaria que en otros ámbitos podemos
verla también en Estado de ira, de
Ciro Zorzoli.
Mabel es otra obra con texto de Santiago Loza; otro monólogo
femenino con una variante importante: en Mabel el monólogo deviene musical,
con la dirección y coreografía de Carlos Casella. Maby Salerno es una cantante
que formaba parte del grupo Mabel y los Inmaculados, y aquí se presenta en
solitario con una historia de amor y de boleros. Loza demuestra una vez más su
peculiar sensibilidad para comprender la psicología femenina, en este caso de
personalidad tan distinta a la pastelera, que oscila entre la felicidad y el
desengaño. Y Mabel cuenta con otra actriz excelente que agrega sus dotes de
cantante y bailarina, creando un clima sugestivo para esa historia de amores
contrariados y juegos de poder, que a veces discurre por caminos difíciles de
seguir. La música de Jape Ntaca es muy ajustada para la historia, y la iluminación
y escenografía recrean ambientes muy kitsch, apropiados para este melodrama
musical que evoca los films mexicanos, las divas de los ´50, las películas de
Almodóvar.
Josefina Sartora
Santiago Loza es uno de los guionistas/ dramaturgos contemporáneos más importante que tiene argentina en este momento....es admirado!
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