4 de julio de 2012

Se hace camino al andar


El camino (The Way)
Dirección: Emilio Estévez
Estados Unidos-España/2011

No es muy conocido el dato de que el apellido del famoso Martin Sheen y de sus hijos es Estévez. A uno de ellos se lo conoce bastante como actor y protagonista de variados escándalos en Hollywood. El otro, el único que lleva su apellido original, dirige a su padre en esta película que justamente versa sobre la relación padre-hijo.


El padre, un oculista de California, recibe la noticia de que su hijo ha muerto en Francia y hacia allá viaja en busca de sus restos. Desde la muerte de la esposa, no ha tenido una buena relación con su hijo, opuesto a él, deseoso de conocer otras realidades, otros mundos. Por ello se había puesto en camino hacia Santiago de Compostela, como peregrino, pero una tormenta acabó con él en el primer día de viaje. En un rapto no meditado, el padre decide ocupar el lugar de su hijo, y hacer el Camino de Santiago llevando sus cenizas.
Road movie a pie, el film de Estévez tiene los ingredientes de toda película de iniciación adulta, o dicho de otra manera, de segunda oportunidad. Sin tener muy claras sus motivaciones ni sus objetivos, Tom echa a andar y va conectándose con otros peregrinos en su camino, con algunos de los cuales forma un grupo itinerante: un holandés que quiere bajar de peso, una canadiense que promete dejar el cigarrillo al fin del camino, y un escritor en bloqueo. Aunque todos ellos buscan otros objetivos, o escapan de oscuros pasados. A lo largo del camino irán viviendo distintas experiencias, y Tom –quien ama más a su hijo muerto que cuando estaba vivo- será quien sufra la transformación más radical.


No hay que esperar grandes revelaciones espirituales, o iluminadas epifanías: por suerte no las hay. Se trata de un film modesto, limitado pero bien llevado a cabo, con un reparto excelente: Yorick van Wageningen, Deborah Kara Unger (nada que ver con Deborah Kerr) y James Nesbitt acompañan a Martin Sheen en esta aventura, con las visitas del fantasma de su hijo, en el cuerpo del director, Emilio Estévez. Hay una broma autorreferencial, porque Jack, el escritor, va tomando notas de lo que les acontece, que incluirá en un libro, que podría ser Off the Road, de Jack Hilt (mismo nombre), en el cual se basó la película. Y como no podía ser menos en un film turístico, bella –y convencional- fotografía de las zonas de Navarra, León y Galicia.   
Josefina Sartora

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