Fuera de Satán (Hors Satan)
Dirección y guión: Bruno DumontFrancia/2011
Cuando fue presentado en el último Festival de Mar del Plata,
lo consideré el film más extremo del festival, y de
la filmografía del gran Bruno Dumont. Hors Satan vuelve sobre el tema
crístico, caro al director, radicalizando sus marcas de estilo: un riguroso minimalismo,
la parquedad absoluta de diálogos, de recursos narrativos, ausencia de música,
escasez de personajes, carencia de psicología, abundancia de panorámicas de esa
zona del Norte de Francia de páramos deshabitados, dunas ventosas junto al mar,
donde los protagonistas, minúsculos, minimizados, se pasean incansablemente.
Allí vagabundea un misterioso personaje, un marginal, hermético, taciturno y
misterioso, a quien se une una joven del lugar y juntos pasan el tiempo, y
también rezan. Como otros personajes masculinos de Dumont, él (David Dewaele,
actor de Hadewijch, Entre la vida y la pasión) es un ser inclasificable,
capaz de curar, o exorcizar, dar la vida así como quitarla. ¿Es un ser
evolucionado o un simple? ¿Iluminado o loco? ¿Personaje angélico o demoníaco?
En todo caso, el hombre está más allá de la moral, y el film plantea la
relatividad de la división entre el Bien y Mal.
Ya es habitual relacionar el cine
de Dumont con el de Robert Bresson, por su distanciamiento, hieratismo, la
ausencia de signos de actuación en sus actores, por su dimensión mística. En
este último aspecto, Fuera de Satán se acerca además a
Carl Dreyer, sobre todo a su Ordet, por el carácter sobrenatural de la
historia.
Todas aquellas características
resultan tan valiosas como difíciles de incorporar, por ello su cine gana
tantos admiradores como detractores. Tal vez lo más interesante y llamativo sea
que para esta historia atemporal se vale de actores no profesionales quienes,
siguiendo una marcación de actuación neutra, impávida, desapegada de toda emoción,
logran que un relato que se aparta de todo el cine convencional vigente, y que
toca lo milagroso, resulte atrapante y convincente.
En Fuera de Satán cobra relevancia el paisaje, una geografía embellecida por la fotografía, que parece
remitir a un espacio primigenio, original, de gran belleza visual, donde a la par de una fascinante propuesta sensorial se plantean
cuestiones morales y humanas, que se niegan a toda certidumbre.
Josefina Sartora
No hay comentarios:
Publicar un comentario