27 de agosto de 2013

Romina Paula x 3




Es este un año muy detonante para Romina Paula, de gran exposición en el aspecto profesional. Quien muchos consideramos una de las creadoras más lúcidas en la escena teatral ha ganado últimamente una presencia destacada en sus variados roles. Ya me he referido a su actuación como actriz en Viola, la última película del también joven y talentoso Matías Piñeiro. Decía entonces, refiriéndome a la luminosidad de ese film tan peculiar, que indaga el universo femenino: ese momento casi mágico, cuando interviene Romina Paula en una escena en el interior de un coche. Porque físicamente, Romina Paula posee una presencia relevante, un magnetismo y un encanto que roban la atención, y se ganan la pantalla. Pero además de actriz, ella es escritora: narradora y dramaturga, además de directora de sus propias obras.

Paula pertenece a un grupo generacional de artistas que combinan teatro, cine y literatura, entre quienes se encuentran Piñeiro, Alberto Ajaka, María Villar, Esteban Bigliardi Alejo Moguillansky, Esteban Lamothe, Santiago Mitre, Agustina Muñoz, Elisa Carricajo y otros. En Viola, las mujeres ensayan Noche de Reyes, de Shakespeare, fundiendo teatro y cine, ficción y realidad.


Con los actores Bigliardi, Pilar Gamboa, Rafael Ferro y Susana Pampín está presentando su última obra de teatro, Fauna, que se estrenó en el Centro Cultural San Martín y ahora se presenta en el Espacio Callejón. Fauna se basa en la historia de un personaje supuestamente mítico de la Mesopotamia, Fauna, una mujer con inquietudes literarias que vestía como hombre para entrar en los círculos exclusivamente masculinos. Un cineasta quiere hacer una película sobre esa mujer y visita a los hijos con su actriz, para programar su obra. Ya están presentados los temas de esta pieza teatral, eminentemente las diferencias entre lo femenino y masculino (“¿Por qué una mujer no puede tener un hijo lejos de su cuerpo, un hijo sin enterarse? … ¿Cómo hago para ser actriz y trabajar con mi cuerpo y además ser madre, cómo hago?” dice la actriz.)  También explora los difusos límites entre realidad y ficción, o por lo menos, cómo construir esta última, y los distintos abordajes a una biografía. No menos importante es un tópico muy caro a la tradición literaria argentina: el enfrentamiento entre campo y naturaleza por un lado y ciudad y cultura por otro. Y en el cruce entre teatro y cine, agrega la puesta en abismo: en la obra de teatro, los actores ensayan escenas para una película, con varones y mujeres interpretando a la protagonista. La obra deja de lado toda certeza, está abierta a las distintas posibilidades, el espectador será quien las determine, si lo necesita.  No faltan citas literarias, referencias poéticas en esta obra sobre (de) una lectora voraz. Y lo más notable, el tratamiento al tema del amor: todos los personajes terminan enamorados en un cruzamiento que no reconoce límites de género ni de identidades. 

Especial mención merece el espacio creado por Alicia Leloutre y Matías Sendón para la puesta, suerte de ámbito abierto, ambiguo y abstracto, mezcla de vivienda y naturaleza, de campo salvaje y set de filmación.

En simultáneo, la exquisita editorial Entropía, que dirige nuestro amigo Gonzalo Castro –otro artista que combina cine y literatura- acaba de publicar un volumen con las últimas tres obras para teatro de Romina Paula: la actual Fauna, Algo de ruido hace (2007) y El tiempo todo entero (2010), que viéramos presentadas oportunamente también en el Callejón por la compañía El Silencio, que forman Paula, Bigliardi, Gamboa, Pampín y Esteban Lamothe. Todas, como Fauna, con dirección de Paula.

Puede comprobarse allí la continuidad en la obra de esta escritora: la familia en sus distintas posibilidades de voracidad, el encierro familiar, la asfixia, la presencia del(os) extraño(s) que desarticula(n) una conjunción endogámica, las referencias literarias: Rilke, Calderón, Shakespeare y Arlt impulsan Fauna; Tennessee Williams gesta lejanamente en El zoo de cristal el encierro de la protagonista de El tiempo todo entero, y los hermanos huérfanos que enfrentan a la extraña en Algo de ruido hace operan en espejo con el cuento La intrusa de Borges, citado explícitamente. Romina Paula –y todo su equipo, que se muestra compenetrado con su obra- elaboran esos tópicos y lo bajan a la cotidianeidad, y al hecho teatral, prístino, inmediato y posible.

Leyendo en secuencia estas obras, es evidente que Fauna significa un salto cualitativo, un giro en profundidad para reflexionar sobre la relación del arte y la vida cotidiana, el lugar del arte frente a la muerte, y sobre la construcción de la obra artística, hoy un tema muy actualizado en el ámbito teatral.

Josefina Sartora

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