El otro hijo (Le fils de l´autre)
Dirección: Lorraine Lévy
Guión: Noam
Fitoussi, Nathalie Saugeon y Lorraine Lévy
Francia/2012.
El conflicto entre Israel y Palestina ha
dado pie a muchas películas, documentales y de ficción, y ya nos hemos referido a
varias de ellas. En esta oportunidad, la directora francesa Lorraine Lévy pone
en escena el drama que viven dos familias cuando el hijo de la familia judía va
a hacer el servicio militar y se descubre que por error al día siguiente de
nacer fue cambiado por el bebé de una familia palestina.
Ambos muchachos deben lidiar –y sus
familias con ellos- con una aguda crisis de identidad. Joseph (Jules Sitruk)
–judío- quien es un ferviente cumplidor de la Torá, y está ansioso por entrar
en las fuerzas armadas de su país –su padre es coronel del ejército israelí- se
plantea ¿es Yacine más judío que él por haber nacido del vientre de su madre
judía? Por su lado, Yacine (Mehdi Dehbi) debe sobrellevar la agresiva reacción
de su hermano de crianza, loco de rabia con la noticia de que quien creía su
hermano es su enemigo.
El intercambio de bebés es un lugar común
en la literatura, pero también en la realidad. Hace muy pocos días supimos de
una madre argentina que desconoció al bebé que le daban como suyo, y ADN
mediante, comprobó que lo habían sustituido por error. Más dramática aun
resulta la crisis de identidad que atraviesan los nietos recuperados, a veces
secuestrados y criados por represores. Por lo tanto, suena familiar el conflicto
que se les plantea a los jóvenes, que viven a ambos lados del muro que separa
esos dos mundo inconciliables. Y también a sus familias. Las mujeres son las
que aceptan la verdad con mayor apertura –ellas han parido a ese hijo que recién
empiezan a conocer, ellas siempre están del lado de la vida- pero los hombres
luchan con su propio rechazo al Otro. Ellos son los que hacen las guerras, los
que van adelante en los enfrentamiento; su drama es más violento.
No es un detalle menor que ambas familias
hablen francés, ya que la madre judía (la siempre excelente Emmanuele Devos) es
francesa, y el hijo palestino ha estudiado en París. Y esa lengua común facilita que los muchachos establezcan una relación amigable. También ayuda la
fisonomía de ambos: cualquiera podría ser el judío, cualquiera el árabe. Pero
el film habla en trazo grueso de otros temas, sobre todo, el absurdo de la
guerra, la humillación que sufren los palestinos en la frontera, las distintas
condiciones de vida en ambas sociedades, y para ello cae en ciertos clichés
simplificadores de una situación que sabemos es por demás compleja. Lévy elige solucionar el conflicto en el
estadio doméstico y no se decide a abordar el tema con la profundidad que
merece.
Josefina Sartora
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