Mujer conejo
Dirección: Verónica Chen
Guión: Verónica Chen y
Luis Ángel Ramírez
Argentina-España-Venezuela/2013
El Festival de Mar del
Plata tuvo la primicia de presentar dos films dirigidos por mujeres –hoy esto
no es un dato exótico- que ya están en cartelera. La versátil Verónica Chen (Vagón
fumador, Agua) sabe bastante de relaciones interraciales en Buenos
Aires. De eso se ocupa en la primera parte de Mujer conejo: su
protagonista (Haien Qiu) es una chica de origen chimo pero muy integrada al
mundo porteño. Sin siquiera hablar chino, recorre por su trabajo como
inspectora municipal el Barrio Chino y allí descubre una red mafiosa sino-argentina
que no sólo construye edificios sin cumplir con los standards sino que explota
a sus empleados con trabajo esclavo y practica experiencias genéticas con
conejos mutantes, todo amparado por la corrupción administrativa municipal.
Chen pone todo sobre la
mesa, en un cruce de géneros por demás ambicioso: lo que comienza como un thriller urbano va mutando en relato de
ciencia ficción y hasta western bonaerense, en un desarrollo que articula el
realismo con una animación cercana al animé. Tal vez demasiados elementos para
una sola película, que conspiran contra la unidad y comprensión, pero que de
todas maneras no puede dejar de ser considerada muy valiente.
Una segunda oportunidad (Enough
Said)
Guión y dirección: Nicole
Holofcener
Estados Unidos/2013
La otra película de la
semana es la comedia romántica Una segunda oportunidad, anteúltimo
trabajo protagónico de James Gandolfini –el inmortal Tony Soprano-, quien
encabeza un elenco brillante. A su lado, Julia Louis-Dreyfus (Elaine, en Seinfeld)
es Eva, mujer adulta, madre de una hija que va a entrar en la universidad, situación
que también vive Albert con su hija: ambos personas solas sin mucho encanto
personal, que esperan encontrar una pareja. Y lo logran. Mal que bien, ambos
establecen un vínculo que pasa por alto ciertas incompatibilidades, y prueban
una nueva vida juntos. Pero ella, masajista, conoce una mujer culta,
sofisticada, también sola, que se convierte en clienta y también amiga (la
genial Catherine Keener). Las charlas que mantienen van deteriorando la actitud
de Eva hacia Albert, y ambos deberán trabajar y cuestionarse si pueden seguir
juntos.
La directora Nicole
Holofcener es guionista de Amigos con dinero y otras comedias
que, como ésta, abundan en diálogos ágiles de humor mordaz, con el agregado,
aquí, de una temática que aborda los problemas nada glamorosos de quienes están
en sus cincuenta. Al elenco se suma una excelente Toni Colette como la amiga y
confidente de Eva, en una subtrama poco convincente. Las actuaciones de
Gandolfini y Louis-Dreyfus son encantadoras, infunden tal humanidad a sus
personajes que uno les acepta todos sus fallos con simpatía.
En el Hollywood clásico
constituyeron un subgénero las “comedias de recasamiento”, como ésta, en las
que una pareja se forma, se separa y debe plantearse la posibilidad de seguir
juntos o no (casi siempre sí). El ensayista y filósofo del cine Stanley Cavell analiza
en su libro, La búsqueda de la felicidad,
el tratamiento que el cine clásico dio a estas comedias, que hacen hincapié en
las actitudes de la heroína. Holofcener recicla el género con destreza,
adaptándolo a los tiempos actuales: la incorporación de la ironía y sarcasmo en
los diálogos, la aceptación de cierta melancolía ante el desencanto e insatisfacción,
la des-idealización, la xenofobia y otros temas nada agradables que los códigos
clásicos evitaban y hoy resultan insoslayables en una comedia inteligente.
Josefina Sartora
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