13 de marzo de 2014

Con olor a pino y sal


Pantalla Pinamar 2014


La tradicional Pantalla Pinamar siempre significa la ocasión de pasar unos días agradables, por la belleza del lugar, la época en que transcurre, la hospitalidad de sus organizadores, y una programación para todos los gustos.

Fenómeno curioso el de Pantalla Pinamar, un evento que es patrimonio de Carlos Morelli, asociado al INCAA y a la ciudad de Pinamar. Dedicado a la difusión de películas europeas y argentinas, un festival tan pequeño siempre ofrece sin embargo ciertos tips de los cuales no gozan ni el Festival de Mar del Plata ni el Bafici. Los –numerosos- críticos y periodistas siempre disfrutamos de una hospitalidad más que generosa, y una atención esmerada; las embajadas están presentes a veces con sus más altos dignatarios: por ejemplo, la misma Embajadora italiana fue la anfitriona del cóctel con que agasajó a los invitados. Italia es la invitada de honor este año, y la película de apertura fue una nueva versión de Cinema Paradiso, el ya clásico film de Giuseppe Tornatore, del año 1988. El Nuovo Cinema Paradiso es el final cut del director, con 50 minutos más que la versión original, cortada por el productor, lo que totaliza una versión final de 174 minutos. Esta se ha transformado así en una nueva película, ya que incluye una historia de amor humano paralela a la historia de amor por el cine ya conocida.


Otras películas italianas presentes son Cada santo día, de Paolo Virzi, Aquellos años felices, de Daniele Luchetti, entre otras. Hay también una sección dedicada al cine suizo, y otra al cine húngaro. La otra sección frondosa es la española, dentro de la cual pude ver Blancanieves, del director vasco Pablo Berger. Se trata de una ingeniosa transposición del cuento clásico de los hermanos Grimm, ambientada en la Sevilla se los años ´20, con la intervención de toda la tradición española: toros, flamenco y sevillanas y cortijo incluidos. No es sólo esto lo peculiar, sino que –como fue el caso de El artista- es un film mudo y en blanco y negro, con intertítulos. El film se vale del costumbrismo y la cultura hispanos, y resulta una grata sorpresa. Poca veces se ha visto una Blancanieves que exude tanta crueldad, como ésta interpretada por Maribel Verdú como la malvada madrastra, excelente en su caricatura. También se luce Macarena García como la joven torera, y Angela Molina en un breve papel. La historia juega con los sentimientos clásicos de la tragedia: amor y muerte, envidia, odio, solidaridad, sabiamente combinados, aunque se prolonguen demasiado algunas escenas. No es esta una recreación del cine mudo, sino un pastiche postmoderno que combina melodrama, tradición clásica, imaginería neogótica romanticismo.

Por otro lado, si las funciones son por la tarde, todas las mañanas están activas con las conferencias de prensa de las películas del día (Pantalla Pinamar no repite proyecciones). Son numerosos los films que han enviado representantes a ese Festival.

La película de cierre es el preestrno de Ismael, del argentino Marcelo Piñeyro, en coproducción con España. Argentina ocupa un enorme espacio en Pantalla Pinamar, y hay para todos los gustos: una sección está dedicada a películas destacadas del último año, como Wakolda, Tesis para un homicidio o Fantasmas de la ruta, etc, mientras otra proyecta clásicos, como La Patagonia rebelde, Boquitas pintadas o Quebracho. Y hay también films muy nuevos: Inevitable, de Jorge Algora, coproducción con España, de próximo estreno, los documentales Tango, pasíón, amor y sexo, de Abel Beltrami, Nacidos vivos, de Alejandra Perdomo, y Ulises, un alma desbordada, de Eduardo Calcagno.

Al margen de las películas, son de destacar las exposiciones sobre cine que se presentan en Pinamar: una de posters con las obras del suizo Alain Tanner, una muestra de fotos sobre los estudios Lumiton, y una muestra de dibujos de Rep, que evoca a figuras relevantes del cine –Fellini ocupa un lugar destacado- y un completo homenaje a Leonardo Favio. Una exposición entrañable.

Pantalla Pinamar ofrece este años varios títulos importantes del cine francés: El pasado de Asghar Farhadi y Joven y bonita de François Ozon, ambas de próximo estreno, y Antes de que caigan las gotas del rocío, de Philippe Claudel. Violette, de Martin Prevost, que también veremos pronto en Buenos Aires, tiene por protagonista a la gran Emmanuelle Devos como la mujer que entabla una fuerte relación con Simone de Beauvoir. Un film sobre arte y feminismo.

No tuve suerte con la película alemana que vi, La medición del mundo, de Detlev Buck. Film con recreación de época, evoca las carreras de dos científicos alemanes de principios del siglo XIX: el naturalista Alexander von Humboldt, noble y poderoso, y el matemático Carl Gauss, de origen humilde, ambos dedicados a sus estudios bajo la protección del duque de Brunswick. Los científicos salen a explorar el mundo, von Humboldt geográficamente, y Gauss desde su estudio, con la matemática. El film resulta algo antiguo, moroso, y ni su humor hace gracia.


Dentro del amplio panorama de cine italiano, hubo mucha expectativa por el documental Giuliano Gemma, un italiano en el mundo, presentado por su directora, Vera Gemma, hija del legendario actor. El documental recorre la carrera artística de su padre, estrella del cine italiano entre los años ´60 y ´80, que hiciera famoso el género del spaghetti western,  pero que también fue un gimnasta y artista circense. Gemma actuó bajo la dirección de célebres nombres del cine italiano, y al recorrer la trayectoria del actor, el documental deviene un recordatorio de todo ese cine. Luchino Visconti, Duccio Tessari, Valerio Zurlini, Mario Monicelli, Giuliano Montaldo, todos ellos están presentes en la filmografía de Gemma, con extractos de sus film, y el documental se enriquece con escenas familiares aportadas por sus hijas.


Pero el punto más original de esta edición de Pantalla Pinamar reside en la sección dedicada al cine indio, que ya se había hecho presente en años anteriores. Tres películas con formato Bollywood (historia de amor matizada con música, baile y canciones, de varias horas de duración) están acompañadas por una de las gemas a descubrir: Amor a la carta (Lunch Box) de Ritesh Batra. Este film se aparta de la fórmula Bollywood: se trata de una comedia romántica cuyos protagonistas cruzan sus destinos por azar. Un peculiar y reputado sistema de entregas de comida en Mumbai comete un raro error y el almuerzo que Ila ha preparado para su marido cae en manos del señor Fernandez, un viudo gris y amargado que espera la jubilación en su puesto burocrático. Casi sin proponérselo, entre ambos se establece una relación epistolar que paulatinamente va tornándose más íntima y franca, amparándose ambos en la distancia y el desconocimiento mutuo. Ila trata de recuperar un matrimonio que la tiene frustrada e insatisfecha, él se debate en la soledad en que vive desde la muerte de su querida mujer. Dos almas solitarias construyen una ilusión que mejora sus vidas, con su consiguiente evolución psicológica. El film nunca cae en el lugar común y ofrece como marco de la historia la ciudad de Mumbai con sus gentes, ruidos y medios de transporte, un tema tan polémico en India. El film tiene un guión sólido, y sabe sostener la reiterada lectura de las cartas, que nunca pierde interés. Habla también del poder de la comida, y presenta la peculiaridad de una voz de la experiencia, la de una tía que vive en el piso superior de la joven, la aconseja y nunca vemos.


En la conferencia de prensa posterior, el Embajador de la India y la actriz y directora Bijaya Jena –homenajeada por Pantalla Pinamar) se refirieron a la situación del cine en India: se estrenan unas 3.000 películas por año, y aquellas que siguen la fórmula Bollywood no necesitan coproducción con otros países, dada la gran demanda del propio país y de todos los países del sudeste asiático. En cambio, Amor a la carta califica como cine arte, no es Bollywood (reiteraron ambos) por lo que debió realizarse con aportes de Francia, Alemania y Estados Unidos. Pero para sorpresa de todos, tuvo mucho éxito en India.

Y esperamos con ansiedad la última película de Hirozaku Kore-Eda, De tal padre, tal hijo, también presente en Pantalla Pinamar.

Josefina Sartora


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