2 de julio de 2014

Luz y sonido

El rostro
Dirección y guión: Gustavo Fontán
Argentina/2014



Una vez más, el Malba estrena una de las gemas argentinas del año, El rostro, la última película de Gustavo Fontán, ya presentada en el último Bafici y en la retrospectiva que le dedicó el Ficunam, o Festival de México.

En El rostro, Gustavo Fontán sostiene una impecable coherencia en todo su trabajo previo -El árbol, La madre, La casa, que también pueden verse en el Malba como marco al estreno- y sobre todo este film resulta una continuación de La orilla que se abisma, su elaboración experimental de la poesía de Juan L. Ortiz. Filmado a orillas de Paraná, el nuevo film es un cuadro viviente de la vida en los márgenes, en esta ocasión con una mínima historia: un personaje llega a instalarse en esa naturaleza casi virgen, en una comunidad solidaria, donde trabaja, se relaciona con sus pares, encuentra una mujer, festeja en comunidad. Pero el protagonista es el río con todas sus especies, no sólo las humanas, y Fontán lo filma de manera experimental, admirable. Con fotografía en blanco y negro bajo la dirección de Luis Cámara (hay nombres que signan destinos) juega con la imagen difuminada, pasa de 16 mm a Súper 8, vuelve al foco, pasa a video, con una cámara inquieta que parece desear registrarlo todo: árboles, hojas, agua, hombres, el imaginario fluvial diurno y sobre todo, la luz. Fontán demuestra no importarle las categorías, su obra escapa a la clasificación.

El rostro es uno de esas raras películas en las que la banda sonora ha merecido el mismo trabajo y dedicación que la imagen visual. Con sonido no sincronizado con la peripecia, el film construye un registro de todos los sonidos que se perciben en el lugar: agua, aves, maderas, voces, creando un clima sugerente, inquietante, y de conmovedor lirismo.

Josefina Sartora
(Nota publicada durante el Bafici 2014)

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