Venezia 71. Concorso (Competencia oficial)
Birdman or (The
Unexpected Virtue of Ignorance). Alejandro
González Iñárritu, Estados Unidos/2014.
***1/2 En su paso a Hollywood, el mexicano González Iñárritu parece haberse
adaptado totalmente a las exigencias del medio. Su último film es una
disfrutable comedia negra sobre los placeres y dolores de la actuación, sus
angustias, vicios, ilusiones. Y mejor que 21 gramos . Un
ajado Michael Keaton interpreta a un actor famoso por su rol de súper héroe
alado –y de hecho él tiene súper poderes que no lo ayudan en nada- que pasa a
Broadway, donde ensaya la puesta en escena de un cuento de Raymond Carver que
él ha adaptado para el teatro, dirige y protagoniza (todoterreno muy al uso de
los tiempos que corren). Y no olvidemos que Keaton fue Batman. Verdadero tour de force técnico, la cámara en mano
es protagonista, porque toda la película está filmada con absoluta precisión a
la manera de un solo largo plano secuencia, aunque varios ingeniosos artificios
disimulan esa ilusión. Pero ese efecto acentúa el carácter teatral del film.
Edward Norton y Keaton sostienen varios duelos actorales notables, y el diálogo
explora irónicamente los vicios de la actuación, los miedos del director, es
ácido con la labor de la crítica. Con una coda innecesaria, conforma un
pastiche musical en el que Ravel y Mahler se combinan (mal) con una batería
estridente y molesta, que tal vez a algunos pueda interesar.
The Look of Silence. Joshua Oppenheimer, Dinamarca-Indonesia-Noruega-Finlandia-Reino Unido/2014.
*** ½ Joshua Oppenheimer se dedica a registrar la historia del genocidio en
Indonesia, habiéndose ganado la confianza de los represores, que sienten
orgullo por haber masacrado miles de compatriotas bajo la consigna de eliminar
comunistas, como lo demostraron en el notable The Act of Killing. Suerte
de complemento de aquella, The Look of Silence se ocupa del
hermano de una de las víctimas, muerto en 1965. El más joven entrevista a
quienes masacraron a su hermano. Como en el film anterior, sorprende el exhibicionismo
obsceno que despliegan los represores, aún en el poder. Como en la Argentina,
frente a la revisión que realiza la generación más joven nadie acepta la
responsabilidad de lo sucedido, y el pueblo se manifiesta ignorante de lo que
ocurría a su alrededor, incluso los mismos familiares de los victimarios.
Oppenheimer vuelve su mirada sobre las víctimas, sus familias, sus
sentimientos, e insiste en registrar en primer plano el rostro del
investigador, su mirada inquisitiva, silenciosa, que parece preguntarse cómo
vivir con el peso de ese pasado. Otro film que impactará, y recorrerá
festivales.
La rançon de la gloire. Xavier Beauvois, Francia/2014.
*** En
la primera escena –simétrica con la última-, al salir de prisión, a Eddy le
dicen que no haga el payaso. Y en verdad, pasa todo el film haciendo de tal, en
una comedia negra que no deja de lado el melodrama ni la crítica social. Pero
también constituye un homenaje a Charles Chaplin, el gran ausente, ambientada
en su cantón, Vevey, los días posteriores a su muerte. Beauvois siempre ha
realizado un cine humanista: Eddy y su amigo argelino (Benoît Poelvoorde y
Roschdy Zem) son dos desamparados del sistema, y en el film despliegan su
ingenuo ingenio para salir de una situación desesperada. Beauvois sigue el modelo
del genio de Chaplin, el problema es que lo hace explícito, innecesariamente. Y
el otro inconveniente es la música de Michel Legrand, que tiene la rara
cualidad de empalagar todo lo que toca.
Ghesseha (Tales). Rakhshan Banietemad, Irán/2014.
*** Film coral, con diversas historias o mini situaciones angustiantes que
hablan con elocuencia de la sociedad de Irán en la actualidad, de la condición
de la mujer, de problemas en los que lo personal y lo social se interrelacionan.
En un país en crisis, la desocupación, la burocracia, la represión condicionan
las relaciones personales y familiares, el amor entre padres e hijos, en la
pareja. La directora iraní pasa con solvencia de una situación a la otra,
tensando por momentos la cuerda, y transmite una sensación de angustia, de
irritación, con elocuencia.
Anime nere. Francesco Munzi, Italia/2014.
***1/2 La Mostra di
Venezia se caracteriza por presentar cada año lo más nuevo de cine italiano, con
tres títulos en Concorso
Internacional. Me pareció más que interesante esta historia de una familia
mafiosa calabresa, ambientada en nuestros días, pero que arraiga en la
tradición más antigua, y remite a toda la mitología y liturgia que aún perduran
en los clanes del sur de Italia. En tono de tragedia mediterránea, tanática, el
film presenta varios aspectos: la distintas personalidades de los tres
hermanos, que simbolizan la confrontación entre el pasado arcaico y los cambios
de la postmodernidad, la nueva generación descolocada, la fuerza de la tierra,
el paisaje y los ancestros, la lucha por el poder, el drama familiar en suma,
en espiral de venganza y muerte. La filmación no podría ser más acorde con este
planteo: el relato va descendiendo desde lo más moderno hasta lo atávico, en
panorámicas de una naturaleza dominante y recóndita y una puesta en escena de
personajes tan oscuros como su indumentaria, con diálogos mínimos. Con actores
profesionales y otros sin experiencias, oriundos de Calabria, que aportan
cierto neorrealismo a esta película.
99 Homes. Ramin Bahrani, Estado Unidos/2014.
*** Es éste el festival
de los ex superhéroes, ya vimos a un ex Batman haciendo a su vez de ex súper
héroe, y este film reúne a Andrew Garfield (Spiderman) y Michael Shannon (El hombre de acero), como dos especuladores que
aprovechaban la crisis de las hipotecas que sacudió a la sociedad en Estados
Unidos para apoderarse de manera fraudulenta de las viviendas de la clase media
y enriquecerse ilegalmente. El film de Rahmin Barahni, director de orígenes
iraníes, constituye una ácida crítica al sistema capitalista bancario
americano, en una sociedad programada para ganadores, donde los perdedores no
tienen salida. El más joven decide cambiar de bando cuando ha perdido todo,
deviniendo un personaje fáustico forzado por el sistema, que deberá probar cuál
es el límite de la corrupción. Prometía mucho, decepciona un poco en un final
complaciente. Filmada muy al uso del cine Indie, con cierto toque diferente,
que se aparta de la media.
Un bajón, verla a Laura
Dern como madre del protagonista y abuela de su hijo de 10 años…
Sección Orizzonti
The President. Mohsen Makhmalbaf, Georgia-Francia-Reino
Unido-Alemania/2014.
*1/2 La imaginación no está presente en esta parodia de los regímenes
totalitarios, que transcurre sin presentar una sola idea interesante ni
original. Con trazo muy grueso, en escenas que rayan en lo grotesco por lo
obvias, el iraní Makhmalbaf imagina la caída de un dictador en un país
imaginario, que en nada se diferencia de los reales (está filmada en Georgia,
con actores georgianos). No podía faltar la consabida confrontación del
depuesto soberano con el país y el pueblo al que ha hundido en la miseria y el
horror. Si bien la sección Orizzonti promete un cine nuevo con ideas radicales,
este film lo desmiente, no es más que una caída cinematográfica.
Réalité (Reality). Quentin Dupieux, Francia-Bélgica/2014.
*** Si bien Réalité es el nombre de la niña –uno de los personajes de
este film coral- toda la obra se trata de un juego permanente en el cruce de la
realidad con la ficción, o el sueño, o la ilusión. Francés que filma en
Hollywood, Quentin Dupieux decide burlarse de sus mitos, y lo lleva a cabo en
una suerte de cinta de Moebius que deja al espectador en un posición siempre
descolocada, casi tanto como los están los personajes, que se ven duplicados,
que pasan de la realidad a la pantalla, y viceversa, transitando por ese
terreno dual, o múltiple, donde sólo los niños parecen sentirse cómodos. Un
divertimento que explora las posibilidades del cine, sin dejar de lado la crítica
al sistema.
Venezia days
One on One. Kim Ki-duk, Corea del
Sur/2014.
** Hace unos años que el
cine de Kim Ki-duk viene en caída, y el golpe de este último film hace ruido. Después
del accidente que se vivió durante el rodaje de Sueño, Kim parece haber
perdido la chispa de sus primeras películas, que a tantos nos fascinaron. La
mano sabia para tratar la violencia de La isla, la poética de Primavera,
verano, otoño, invierno… y primavera, sus significativos silencios, están
ausentes en este último film. Se trata de una venganza sin muchas explicaciones
por el crimen que llevó a cabo un grupo de tareas, a manos de otro grupo de
tareas. Y es una muestra de diversos modos de agresión y tortura, cuando uno a
uno van capturando y castigando a los criminales originarios. En este gore, Kim parece querer superar su
propia marca de violencia, pero para colmo declaró que el film perseguía un fin
humanitario.
Fuera de concurso
Im Keller. Ulrich Seidl, Austria/2014.
*** ½ Como la de Haneke,
la obra de Urlich Seidl es equivalente a la del escritor Thomas Bernhard en el
cine: retratan una sociedad supuestamente evolucionada que tiene una cultura,
una situación social y económica adelantada, pero que posee también un poderoso
lado oscuro, siniestro, encerrado en el sótano (Keller). Después de la trilogía
Paraíso,
Seidl llega con este film sobre distintos personajes que recolectó en toda
Austria, mostrando en sucesivos planos fijos lo que guardan en el subsuelo de
sus casas, donde pasan mucho tiempo: en algunos casos sus aficiones, sus hobbies,
sus tesoros, y en otros más, sus perversiones. Algunas inconfesables, otras
mostradas sin problemas ante la cámara. Uno se pregunta cuánto hay de realidad
y de ficción en este film, presentado como un documental. Es inevitable
recordar los casos de niños secuestrados y mantenidos en cautiverio durante
años, retratados en el film Michael de Marcus Schleinzer. En
todo caso, resulta impactante, por momentos gracioso, otros escalofriante, por
ejemplo, en los dedicados a las parejas sadomasoquistas. Un film muy duro, para
ver preparados, que a nadie deja indiferente.
Josefina Sartora
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