30 de agosto de 2014

Mostra di Venezia 2014, primera nota



Venezia 71. Concorso (Competencia oficial)
Birdman or (The Unexpected Virtue of Ignorance). Alejandro González Iñárritu, Estados Unidos/2014.
***1/2 En su paso a Hollywood, el mexicano González Iñárritu parece haberse adaptado totalmente a las exigencias del medio. Su último film es una disfrutable comedia negra sobre los placeres y dolores de la actuación, sus angustias, vicios, ilusiones. Y mejor que 21 gramos. Un ajado Michael Keaton interpreta a un actor famoso por su rol de súper héroe alado –y de hecho él tiene súper poderes que no lo ayudan en nada- que pasa a Broadway, donde ensaya la puesta en escena de un cuento de Raymond Carver que él ha adaptado para el teatro, dirige y protagoniza (todoterreno muy al uso de los tiempos que corren). Y no olvidemos que Keaton fue Batman. Verdadero tour de force técnico, la cámara en mano es protagonista, porque toda la película está filmada con absoluta precisión a la manera de un solo largo plano secuencia, aunque varios ingeniosos artificios disimulan esa ilusión. Pero ese efecto acentúa el carácter teatral del film. Edward Norton y Keaton sostienen varios duelos actorales notables, y el diálogo explora irónicamente los vicios de la actuación, los miedos del director, es ácido con la labor de la crítica. Con una coda innecesaria, conforma un pastiche musical en el que Ravel y Mahler se combinan (mal) con una batería estridente y molesta, que tal vez a algunos pueda interesar.

The Look of Silence. Joshua Oppenheimer, Dinamarca-Indonesia-Noruega-Finlandia-Reino Unido/2014.
*** ½ Joshua Oppenheimer se dedica a registrar la historia del genocidio en Indonesia, habiéndose ganado la confianza de los represores, que sienten orgullo por haber masacrado miles de compatriotas bajo la consigna de eliminar comunistas, como lo demostraron en el notable The Act of Killing. Suerte de complemento de aquella, The Look of Silence se ocupa del hermano de una de las víctimas, muerto en 1965. El más joven entrevista a quienes masacraron a su hermano. Como en el film anterior, sorprende el exhibicionismo obsceno que despliegan los represores, aún en el poder. Como en la Argentina, frente a la revisión que realiza la generación más joven nadie acepta la responsabilidad de lo sucedido, y el pueblo se manifiesta ignorante de lo que ocurría a su alrededor, incluso los mismos familiares de los victimarios. Oppenheimer vuelve su mirada sobre las víctimas, sus familias, sus sentimientos, e insiste en registrar en primer plano el rostro del investigador, su mirada inquisitiva, silenciosa, que parece preguntarse cómo vivir con el peso de ese pasado. Otro film que impactará, y recorrerá festivales.

La rançon de la gloire. Xavier Beauvois, Francia/2014.
*** En la primera escena –simétrica con la última-, al salir de prisión, a Eddy le dicen que no haga el payaso. Y en verdad, pasa todo el film haciendo de tal, en una comedia negra que no deja de lado el melodrama ni la crítica social. Pero también constituye un homenaje a Charles Chaplin, el gran ausente, ambientada en su cantón, Vevey, los días posteriores a su muerte. Beauvois siempre ha realizado un cine humanista: Eddy y su amigo argelino (Benoît Poelvoorde y Roschdy Zem) son dos desamparados del sistema, y en el film despliegan su ingenuo ingenio para salir de una situación desesperada. Beauvois sigue el modelo del genio de Chaplin, el problema es que lo hace explícito, innecesariamente. Y el otro inconveniente es la música de Michel Legrand, que tiene la rara cualidad de empalagar todo lo que toca.

Ghesseha (Tales). Rakhshan Banietemad, Irán/2014.
*** Film coral, con diversas historias o mini situaciones angustiantes que hablan con elocuencia de la sociedad de Irán en la actualidad, de la condición de la mujer, de problemas en los que lo personal y lo social se interrelacionan. En un país en crisis, la desocupación, la burocracia, la represión condicionan las relaciones personales y familiares, el amor entre padres e hijos, en la pareja. La directora iraní pasa con solvencia de una situación a la otra, tensando por momentos la cuerda, y transmite una sensación de angustia, de irritación, con elocuencia.

Anime nere. Francesco Munzi, Italia/2014.
***1/2 La Mostra di Venezia se caracteriza por presentar cada año lo más nuevo de cine italiano, con tres títulos en Concorso Internacional. Me pareció más que interesante esta historia de una familia mafiosa calabresa, ambientada en nuestros días, pero que arraiga en la tradición más antigua, y remite a toda la mitología y liturgia que aún perduran en los clanes del sur de Italia. En tono de tragedia mediterránea, tanática, el film presenta varios aspectos: la distintas personalidades de los tres hermanos, que simbolizan la confrontación entre el pasado arcaico y los cambios de la postmodernidad, la nueva generación descolocada, la fuerza de la tierra, el paisaje y los ancestros, la lucha por el poder, el drama familiar en suma, en espiral de venganza y muerte. La filmación no podría ser más acorde con este planteo: el relato va descendiendo desde lo más moderno hasta lo atávico, en panorámicas de una naturaleza dominante y recóndita y una puesta en escena de personajes tan oscuros como su indumentaria, con diálogos mínimos. Con actores profesionales y otros sin experiencias, oriundos de Calabria, que aportan cierto neorrealismo a esta película.

99 Homes. Ramin Bahrani, Estado Unidos/2014.
*** Es éste el festival de los ex superhéroes, ya vimos a un ex Batman haciendo a su vez de ex súper héroe, y este film reúne a Andrew Garfield (Spiderman) y Michael Shannon (El hombre de acero), como dos especuladores que aprovechaban la crisis de las hipotecas que sacudió a la sociedad en Estados Unidos para apoderarse de manera fraudulenta de las viviendas de la clase media y enriquecerse ilegalmente. El film de Rahmin Barahni, director de orígenes iraníes, constituye una ácida crítica al sistema capitalista bancario americano, en una sociedad programada para ganadores, donde los perdedores no tienen salida. El más joven decide cambiar de bando cuando ha perdido todo, deviniendo un personaje fáustico forzado por el sistema, que deberá probar cuál es el límite de la corrupción. Prometía mucho, decepciona un poco en un final complaciente. Filmada muy al uso del cine Indie, con cierto toque diferente, que se aparta de la media.
Un bajón, verla a Laura Dern como madre del protagonista y abuela de su hijo de 10 años…


Sección Orizzonti
The President. Mohsen Makhmalbaf, Georgia-Francia-Reino Unido-Alemania/2014.
*1/2 La imaginación no está presente en esta parodia de los regímenes totalitarios, que transcurre sin presentar una sola idea interesante ni original. Con trazo muy grueso, en escenas que rayan en lo grotesco por lo obvias, el iraní Makhmalbaf imagina la caída de un dictador en un país imaginario, que en nada se diferencia de los reales (está filmada en Georgia, con actores georgianos). No podía faltar la consabida confrontación del depuesto soberano con el país y el pueblo al que ha hundido en la miseria y el horror. Si bien la sección Orizzonti promete un cine nuevo con ideas radicales, este film lo desmiente, no es más que una caída cinematográfica.

Réalité (Reality). Quentin Dupieux, Francia-Bélgica/2014.
*** Si bien Réalité es el nombre de la niña –uno de los personajes de este film coral- toda la obra se trata de un juego permanente en el cruce de la realidad con la ficción, o el sueño, o la ilusión. Francés que filma en Hollywood, Quentin Dupieux decide burlarse de sus mitos, y lo lleva a cabo en una suerte de cinta de Moebius que deja al espectador en un posición siempre descolocada, casi tanto como los están los personajes, que se ven duplicados, que pasan de la realidad a la pantalla, y viceversa, transitando por ese terreno dual, o múltiple, donde sólo los niños parecen sentirse cómodos. Un divertimento que explora las posibilidades del cine, sin dejar de lado la crítica al sistema.


Venezia days
One on One. Kim Ki-duk, Corea del Sur/2014.
** Hace unos años que el cine de Kim Ki-duk viene en caída, y el golpe de este último film hace ruido. Después del accidente que se vivió durante el rodaje de Sueño, Kim parece haber perdido la chispa de sus primeras películas, que a tantos nos fascinaron. La mano sabia para tratar la violencia de La isla, la poética de Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera, sus significativos silencios, están ausentes en este último film. Se trata de una venganza sin muchas explicaciones por el crimen que llevó a cabo un grupo de tareas, a manos de otro grupo de tareas. Y es una muestra de diversos modos de agresión y tortura, cuando uno a uno van capturando y castigando a los criminales originarios. En este gore, Kim parece querer superar su propia marca de violencia, pero para colmo declaró que el film perseguía un fin humanitario.


Fuera de concurso
Im Keller. Ulrich Seidl, Austria/2014.
*** ½ Como la de Haneke, la obra de Urlich Seidl es equivalente a la del escritor Thomas Bernhard en el cine: retratan una sociedad supuestamente evolucionada que tiene una cultura, una situación social y económica adelantada, pero que posee también un poderoso lado oscuro, siniestro, encerrado en el sótano (Keller). Después de la trilogía Paraíso, Seidl llega con este film sobre distintos personajes que recolectó en toda Austria, mostrando en sucesivos planos fijos lo que guardan en el subsuelo de sus casas, donde pasan mucho tiempo: en algunos casos sus aficiones, sus hobbies, sus tesoros, y en otros más, sus perversiones. Algunas inconfesables, otras mostradas sin problemas ante la cámara. Uno se pregunta cuánto hay de realidad y de ficción en este film, presentado como un documental. Es inevitable recordar los casos de niños secuestrados y mantenidos en cautiverio durante años, retratados en el film Michael de Marcus Schleinzer. En todo caso, resulta impactante, por momentos gracioso, otros escalofriante, por ejemplo, en los dedicados a las parejas sadomasoquistas. Un film muy duro, para ver preparados, que a nadie deja indiferente.

Josefina Sartora

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