Aprendiendo a volar
(Kauwboy)
Dirección:
Boudewijin Koole
Guión:
Boudewijn Koole y Jolein Laarman
Holanda/2012
Historia
pequeña, doméstica, ambientada en un hogar con madre ausente, presenta la
difícil relación de un chico de unos 10 años, solitario, con su padre violento
e irascible. Como suele ocurrir, la llegada de un extraño cataliza un cambio en
su conducta, alterando el orden (o en este caso, el desorden) familiar. Un día,
entre la naturaleza que rodea su casa en los suburbios, Jojo encuentra un
pichón de cuervo que ha caído de su nido. El chico lo adopta como su mascota, y
pese a la oposición del padre, lo alimenta y ayuda a crecer. Boudewijin Koole
tenía experiencia previa con los más chicos, pues había realizado documentales
sobre temas infantiles, y sabe trabajar con los más pequeños. Con enorme
solvencia, el niño Rick Lens muestra gran naturalidad en su composición de un preadolescente
con rencores y miedos reprimidos, y sostiene este pequeño film que, aunque no
pretende constituirse en una genialidad, tiene mucho para decir, si bien de
manera muy didáctica. Esta película obtuvo el Oso de Oro en Berlín a la mejor
opera prima, tiene un premio Fipresci y ganó el Premio Unicef en el Bafici
2012.
Jack, el
pájaro –metáfora polivalente en este film- deviene una suerte de contraparte de
Jojo, oficia como espejo de su propia condición herida, abandonada. Jack llega para
acompañarlo en su soledad y darle la fuerza para enfrentar una realidad que él
no quiere aceptar. Jojo atiende las tareas domésticas, trata sin éxito de
agradar a ese padre elusivo, y se desahoga hablando por teléfono con esa madre
lejana.
El
director prefiere filmar con planos cortos, ágiles, que fragmentan tanto el
cuadro como la realidad, dando gran importancia al fuera de campo. La excelente
fotografía de Daniël Bouquet juega también con el ritmo y los tiempos, apelando
a la cámara lenta, a la foto fija. La música folk con la voz de la madre,
interpretada por la cantante Ricky Koole, agrega una nota más de melancolía a
la historia. El film apela casi directamente a sus fuentes: si por su temática
responde al Kes de Ken Loach, la
puesta en escena deriva de la Rosetta de los hermanos Dardenne, ambos
dos íconos cinematográficos sobre niños solitarios.
Josefina
Sartora
No hay comentarios:
Publicar un comentario