10 de octubre de 2014

Festival de Valdivia 2014. 2ª nota

El Festival de Valdivia tiene lugar en una zona del país en franco desarrollo, y –a diferencia de lo que ocurre en el de Mar del Plata, que también transcurre fuera de la capital- los distintos departamentos del Gobierno apuestan por él, y se muestran comprometidos en su realización. Tanto, que la Ministra de Cultura anunció durante la inauguración que aumentará su presupuesto, apoyada por otras autoridades, para que se convierta en “el mejor festival de Latinoamérica”. Y están todos embarcados en ello.

Competencia Internacional

Desde su lugar de director, Raúl Camargo –programador de este Festival durante varios años, y quien le ha impreso un sello propio- dirigió una selección para la Competencia Oficial que se aparta de lo habitual. Presenta un cine poco convencional, cinéfilo, algo experimental, con mucho documental, y varias directoras mujeres.


Entre ellas, Flavia de la Fuente, con 15 días en la playa (Argentina/2013). Desde que vive en San Clemente, Flavia se dedica a fotografiar y filmar el mar y su entorno. De un abundante material, eligió el fruto de 15 días de filmación en invierno, con imágenes contemplativas, de una belleza hipnótica alucinante. El referente claro es James Benning, con sus 10 cielos, RR, 20 cigarrillos, Small Roads, etc, a las cuales me he referido aquí oportunamente. Pero mientras Benning utiliza un solo plano fijo para cada una de sus observaciones, Flavia se vale de varios planos –casi íntegramente fijos- para registrar cada día. Así, las olas, la espuma, la arena, los pájaros, los pescadores, la niebla, los cielos, los perros, y con sonido directo, van creando un clima sugerente, meditativo, y también algo mágico. La excepción la constituye el plano sorpresivo de una gaviota, cámara en mano, que denuncia la inmediatez y frescura de la filmación.


J.P.Sniadecki es un director yanqui que filma desde hace varios años en China, donde registra los cambios sociales y culturales que está viviendo el país. Notable fue su People´s Park (2012), un plano en movimiento de 78 minutos que va tomando a una multitud de personas, la sociedad china actual, en su momento de relax. Aquí compite con The Iron Ministry (China-Estados Unidos/2014), en que se traslada con su cámara a bordo de los trenes chinos, filmando un documental algo claustrofóbico sobre justamente los pasajeros que viajan en esos vagones atestados y algo caóticos. Los observa, filma sus conversaciones, los entrevista, y de allí surgen notables declaraciones que denotan la transformación tan intensa como vertiginosa que sufre un país multicultural y multiétnico. Y también con diversas capas socioeconómicas. Un film que trasciende el sentido etnológico para entrar en el terreno de lo político.


Otra sociedad en estado de alerta es la que vive en la Franja de Gaza. El documental Striplife (Italia-Palestina/2013), también en Competencia, fue filmado por los italianos Valeria Testagrossa, Nicola Grignani, Andrea Zambelli, Alberto Mussolini y Luca Scaffidi. Pero ellos eludieron referirse al estado de guerra que allí se vive, para dedicarse a registrar la vida cotidiana de sus habitantes. Obviamente, la guerra está allí, pero en un segundo plano de fondo, ahogado. Más importan los movimientos de esos hombres y mujeres que se dedican a la pesca, el comercio, la religión, el fútbol en gran medida, a la música, a formarse y madurar. Un interesante registro de cómo seguir sobreviviendo mientras las balas pasan cerca.

Galas

Die Andere Heimat-Chronik einer Sehnsucht. Edgar Reitz, Alemania-Francia/2013.
Exhibida en la sección Galas, se trata de una película monumental, no sólo por su duración (220 minutos) sino por la ambición de contar la saga de una familia en la Renania prusiana en la década de 1840, cuando la población emigraba en masa a América (sur de Brasil) expelidos por la miseria, el clima inclemente que arruinaba las magras cosechas, el hambre, y llevados por la ilusión de las falsas promesas de los reclutadores oficiales. El protagonista, un joven superdotado para las lenguas, una rara avis, un intelectual en medio de un pueblo analfabeto, sueña con su ida a América en busca de otras culturas. Pero la realidad local y familiar va obstaculizando y demorando su proyecto.

El Heimat (la patria, la tierra de origen), con historias locales y fuerte acento en la identidad alemana, constituyó un género en el cine alemán, y fue también una miniserie de Edgar Reitz para la TV, sobre la Alemania del siglo XX. Esta película va más atrás en la historia, con una cuidada reconstrucción de época y de la vida en esas aldeas. En blanco y negro, pero con pinceladas de color, tiene una fotografía admirable de Gernot Roll, sobre todo en los claroscuros interiores. Y como broche, Werner Herzog tiene un cameo como Alexander von Humboldt, quien visita  ese joven talentoso.

Josefina Sartora

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