12 de octubre de 2014

Festival de Valdivia 2014. 3ª nota



 Competencia internacional
Dominga Sotomayor y su equipo

Mar. Dominga Sotomayor, Chile-Argentina/2014.
Pese a estar dirigida por Dominga Sotomayor, autora de la personal, chilenísima De jueves a domingo, Mar parece una película salida íntegramente del nuevo cine argentino. Una pareja de vacaciones en Villa Gesell, y ciertas desventuras como les ocurre a tantos. Más una visita inesperada de la madre –situación tan irritante como la de los invitados-no invitados de 2 disparos, de Rejtman. La historia es mínima, con sus momentos divertidos, otros incómodos. Leandro Rodríguez, actor y productor del film, vuelve con su personaje de La Paz, o un sosías de éste, hijo de mamá: “me voy al agua ¿me mirás?” pregunta a un novia, como le enseñó su madre. Sotomayor ya se incorporó al grupo de cineastas argentinos que se ocupa de chicos ricos aburridos.

Songs from the North. Soon-mi Yoo, Portugal-Corea del Sur-Estados Unidos/2014.
Es ése un film totalmente fuera de lo común: filmado por una coreana del Sur cuyo padre emigró desde el Norte, que vive en Estados Unidos, y producido por portugueses. Yoo decide regresar a Corea del Norte en una búsqueda de los orígenes, de una Corea unida. Indaga sobre la división de su país, y sobre la identidad de sus hermanos del Norte, que viven un sistema de gobierno tan peculiar, a la sombra del paternalismo de la dinastía Kim.
Siempre con respeto y sentimiento, nunca irónica, la novel directora compone un asombroso ensayo que sufre sus propias contradicciones, lleno de interrogantes que tal vez nunca tengan respuesta. Con material de archivo, imágenes documentales sobre fiestas populares, cine clásico coreano, entrevistas y canciones, la directora intenta comprender –con nostalgia, también con dolor- el sentimiento patriótico, el nacionalismo, el diverso carácter de ese pueblo tan cercano y a la vez distante. Premio a la opera prima en Locarno, imagino que inicia aquí su circuito por los festivales; lo merece.


La princesa de Francia. Matías Piñeiro, Argentina/2014.
Nuevamente Matáis Piñeiro elabora todo un film sobre el amor, las desventuras amorosas de un joven rodeado de mujeres tan atractivas como inteligentes. Nuevamente articula su relato con una comedia de Shakespeare –en este caso, Penas de amor perdidas. Nuevamente uno se imagina cuánto se han de divertir Matías y su cuerpo estable: María Villar, Romina Paula, Elisa Carricajo, Agustina Muñoz, Laura Paredes (presente también en 2 disparos). La misma frescura, el mismo intelectualismo de sus Films anteriores, y aun mejor.
En realidad, la anécdota importa poco, frente al juego de piezas que se van intercambiando, se cruzan, se superponen, se reemplazan, incluso en el amor. A la manera de Hong Sang-soo, una escena es representada tres veces, con distintas actrices-personajes. Todo esto, mientras se cita a Shakespeare y al último descubrimiento de Piñeiro: el prolífico pintor William-Adolphe Bouguereau, cuyo academicismo muy burgués lo mantuvo enfrentado a los nuevos impresionistas. Así como en sus films anteriores circulaban los libros y las citas histórico-literarias, aquí circulan las pinturas. Y para el elaborado desarrollo de los largos planos, contó con la colaboración del igualmente talentoso Fernando Lockett. 
La misma inteligencia, el mismo exquisito ojo para las elecciones estéticas de este notable director, que se reafirma en cada nueva película. Ojalá llegue pronto a Argentina.

Galas

Turist. Ruben Östlund, Suecia-Dinamarca-Noruega/2014.
Excelente, como todos los films de la sección Galas, es este último del sueco Ruben Östlund, director de Involuntary y Play. Su último film ganó en Cannes el Premio del Jurado en la sección Un certain regard. Siempre interesado en las conductas humanas, filoso, inmisericorde, si en los anteriores se refería al desenvolvimiento social y grupal, en este film focaliza en un drama familiar. 
Familia burguesa acomodada pasa unos pocos días en un centro de ski en los Alpes, que parece salido de un film de ciencia ficción. Durante un almuerzo frente a la montaña, una avalancha de nieve. Ella protege a sus dos niños, mientras él huye a refugiarse. Se produce entonces un quiebre en ese núcleo familiar, que será difícil componer. Se suceden entonces varios estadios: reproche, negación, rencor, autoconmiseración, redención, y mucho dolor, que sufren también los niños. El drama es vivido desde una sensibilidad escandinava, obviamente, e imbuido de un humor sordo, irónico, como la mirada del empleado que es testigo del drama. En esta oportunidad, el grupo social amenazado es la célula familiar, donde se suponía que “todo está bajo control”, al decir de los padres, sobre el cual se ha precipitado la avalancha. La metáfora -obvia- reside en el grupo que se lava los dientes frene al espejo, todos juntos antes del desastre, uno solo al final.
Östlund es un observador de la psicología y las relaciones humanas, ha logrado también un bello film visual, fotografiado brillantemente por Fredrik Wenzel, con unas imágenes en la nieve realmente espectaculares. En otros momentos el cuadro es cerrado, recorta todo lo que queda externo al drama, sobre todo los personajes circundantes, excepto quienes son testigos y partícipes del conflicto conyugal. El sonido cobra también una importancia adicional como señal de peligro inminente, con ruidos amenazantes. Si bien el film tiene una coda innecesaria, y por momentos cae en la solemnidad, Östlund se confirma como el director sueco actual de mayor importancia.

Josefina Sartora

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