Teatro en el borde. La ruptura de los verosímiles

Mónica Berman

Buenos Aires, Biblos, octubre de 2013

166 páginas

Mónica Berman es una especialista en Comunicación dedicada al estudio y la crítica del teatro. En este libro apasionado cuestiona el concepto de teatro como noción cristalizada, ya que la categoría de teatro incluye productos de variada esencia.

Con rigor, lucidez y pasión, Berman analiza las transformaciones que se han producido en el campo teatral, concretamente en la ciudad de Buenos Aires a través del análisis de realizaciones estrenadas entre los años 1995 y 2004. En ese período  surgió un nuevo panorama teatral basado en la ruptura de diversas concepciones teatrales referidas tanto a los espacios como a las puestas y a los modos de producción, que –agregamos- situaron al teatro argentino a la vanguardia en diversos órdenes.

Con su punto de apoyo en la semiología, la autora analiza un grupo de obras representadas durante esos años, cuya característica común a todas es la ruptura del verosímil, entendido éste –siguiendo a Christian Metz- como la reiteración del discurso. Este quiebre sería consecuencia –entre otras- de las propuestas de Antonin Artaud y Tadeusz Kantor. Berman tiene en cuenta que con la ruptura o quiebre del verosímil se abren las fronteras del discurso, se amplían los límites, tanto de los textos dramáticos como de las puestas en escena, que pasan a ocupar una zona experimental, no comprobada y, por lo tanto en el borde, lejos del centro canónico.

Las obras analizadas se inscriben en el teatro más alternativo, y son de autores destacados: Rubén Szuchmacher, Alejandro Tantanian, Vivi Tellas, Rafael Spregelburd, el Periférico de Objetos, etc. Las mismas practican diversidad de rupturas: en el espacio, en el tiempo, en la percepción, en los modos de producción o en la representación, rupturas todas que exceden el marco de la obra y amplían de diversa manera aquellos bordes de los códigos, o los cánones teatrales. Y Berman analiza en ellas los temas teóricos, técnicos y prácticos, iluminando la escena del quehacer teatral.

Josefina Sartora