Film Comment, una antología

Un proyecto de Manu Yáñez Murillo

Buenos Aires, INCAA, noviembre de 2014

Entre los valiosos libros que suele publicar el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, de su última edición se destaca esta antología de crítica seleccionada por el colega chileno-español Manu Yáñez Murillo. El ya había editado una compilación de notas de la célebre revista Film Comment, que edita el Lincoln Center de Nueva York, donde escriben los más célebres críticos del mundo. El Festival local decidió seguir los pasos del Festival de Las Palmas, que había tenido la idea original, y le encomendó a Yáñez Murillo esta segunda versión.

El editor realizó un ardua tarea para seleccionar del enorme caudal de los archivos una antología estructurada en cuatro partes: cine de Estados Unidos clásico, actual y de otras latitudes, y una última sobre los realizadores más radicales. Los autores de las notas son aquellos que han trazado un camino en la crítica, algunos consagrados, como Andrew Sarris y su trabajo sobre Lubitsch, Molly Haskell sobre el cine de género de Howard Hanks, Jonathan Rosenbaum sobre Tex Avery o Dave Kehr y los indios de John Ford.

Amy Taubin escribe sobre David Lynch, mientras Scott Foundas lo hace sobre Tarantino. Buñuel, Bresson y Pedro Costa tienen notas respectivas, y el realizador Olivier Assayas se dedica a Edward Yang. En su última parte, se abre el debate sobre el futuro del cine, una tema siempre polémico.

El Festival de Mar del Plata ha publicado un libro capital para la crítica y para aquellos que se interesen por la reflexión sobre el cine. No es el único libro valioso que ha salido de allí. Es una lástima que el mismo Festival pareciera no comprender la importancia de los mismos, y descuide su distribución. Hay libros de ediciones anteriores hoy inhallables en librería, o en las sedes del Festival, ya sea en Mar del Plata el noviembre pasado o en Buenos Aires. Sería útil una revisión del catálogo, reimpresión de títulos agotados y una digna distribución comercial, que aprecie el valor de sus propias obras.

Josefina Sartora