Ficunam 2015 - 2
Obras en la Competencia Internacional
Bajo nubes eléctricas es la película
en Competencia Internacional de Aleksei German Jr, hijo del consagrado director
ruso del mismo nombre. Su tercer opus constituye una
reflexión sobre el estado de su país en los últimos 25 años, después del
desmembramiento de la Unión Soviética. Se trata de un film muy ambicioso
–también excesivo-, muy al modo ruso,
como sucede también en Leviatán, y ambos siguiendo la
tradición de la literatura rusa, sobre todo Dostoievsky, aunque cite a Tolstoi.
Bajo nubes eléctricas se propone construir una summa de todos los aspectos
posibles: la debacle social y familiar, la trasformación económica, la
inmigración, la corrupción, etc. Estructurado en 7 capítulos, sucede en
distintos momentos de este cuarto de siglo –incluso en el cercano futuro- sin
orden cronológico, a veces de modo circular, y sus numerosos personajes fantasmáticos
deambulan –como en Soldado de papel, su obra anterior- en una suerte de no lugar,
o de purgatorio, o de zona postapocalíptica, nunca especificada, junto a un río
congelado, en medio de una niebla persistente, en un ambiente que a todos
afecta sus fosas nasales. Allí yacen las figuras de los otrora próceres,
destruidas. Símbolo de Rusia, un enorme edificio cuya construcción se ha
interrumpido ocupa la atención de todos por un motivo u otro, y es pretexto
para exponer los distintos objetivos sociales de los personajes: continuar la
construcción, venderla a extranjeros, construir allí refugios, demolerlo, etc. Cada
uno desarrolla su pensamiento con diálogos sutiles y vuelo lírico y filosófico,
no siempre logrado. No obstante, el film crea un clima surreal, con una imagen
bella, sugestiva –los rusos siguen evocando a Tarkovski, inevitablemente- y
utiliza una paleta de color con tierras y grises que cargan de melancolía un
film de por sí desencantado. La turbiedad del ambiente, la falta de cierta
información acentúan la imprecisión, la indescernibilidad, la incertidumbre,
hasta que cada elemento deviene metáfora o símbolo.
Sin lugar a dudas, la
Competencia Internacional está compuesta por obras que traen una propuesta, que salen de la
convención y arriesgan. Ming de Harlem: veintiún pisos en el
aire es una rara avis, dirigida por Philip Warnell, sobre la historia
real de un tigre y un cocodrilo que vivían en un departamento de Harlem. Ese
hecho sacado a la luz sirve de disparador para una reflexión sobre la
animalidad, con las declaraciones de su dueño, la filosofía de Jacques Derrida
y gran cuota de lirismo. Con imágenes probablemente tomadas con posterioridad,
en un departamento recreado, vemos la insólita vida de esos animales, mientras
se declaman reflexiones líricas sobre lo animal y la relación de los mismos con
los humanos. Film ensayo, documental y filosófico, que a pesar de encontrarlo
carente de interés, tiene su valor por la propuesta que entraña.
Varias son las películas
que abordan las transformaciones políticas en Europa. Los dueños, de Adikhan
Yerzhanov, proveniente de Kazajistán, es una de ellas, y de las más originales.
Trata los temas de abuso, corrupción y sacrificio en clave surrealista, con un
distanciamiento en planos fijos de excelente fotografía, que me recordó el modo
de Aki Kaurismäki. Tres jóvenes hermanos se instalan cerca de un pueblo, en una
decrépita choza que les ha dejado su madre al morir, con idea de comenzar una
nueva vida, pero inmediatamente son acosados por el matón de la zona, para
colmo hermano del jefe de policía. Comienza entonces una sucesión de abusos y
maltratos físicos y humillantes para usurparles la propiedad, que han de
culminar de la peor manera. Pero lo notable es el tratamiento del relato o
fábula, entre la ironía, el absurdo, y el realismo mágico, donde no falta la
música y el baile mientras circulan imágenes de Van Gogh y evocaciones a
pintores clásicos, incongruentes con el primitivismo y el grado de idiotez
general.
También tiene una
intención política Un cuento de invierno proletario, del joven alemán Julian
Radlmaier. Otra comedia, una farsa poco convencional que habla sobre los
cambios en Alemania, y la relación de clases. Tres inmigrantes de Europa del
Este deben limpiar un castillo antes de la realización de una exposición de
arte, lo cual dispara todo tipo de reflexiones sobre su situación socialmente
desequilibrada, la lucha entre patrones y empleados y las transformaciones que
ha vivido Europa. Todo se desarrolla en el contraste entre los espacios lujosos
y las obras de arte, y las necesidades primarias de los trabajadores. El
hambre, en primera instancia. El tratamiento es distante, con formalismo riguroso,
en planos generales con uso de la profundidad de campo. Y hay sucesivas puestas
en abismo de otros relatos, o alegorías del pasado que conectan éste con la
Historia.
Josefina Sartora
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