Bafici
2015. 2ª nota
Varias de las buenas películas programadas
para este 17º Bafici ya fueron cubiertas por Claroscuros: A Pidgeon Sat on a Branch Reflecting on
Existence, The Cut, The Look of Silence, Fires of the Plain, In the Basement,
Near Death Experience durante el Festival de Venecia, Cavalo
Dinheiro, Mar, Songs From the North, La voz en off, La princesa de Francia, The
Iron Ministry, durante el Festival de Valdivia, Ming of Harlem, National Academy,
Ela volta na quinta, Court, Bajo nubes eléctricas en el Festival de México,
y sobre ellas remito a aquellas notas.
Competencia
internacional
La mujer de los perros.
Verónica Llinás y Laura Citarella, Argentina/2015.
Verónica Llinás dio un paso importante a la
dirección en compañía de la talentosa Laura Citarella, aunque también sostiene
un protagónico exclusivo en una película hermética, que presenta una realidad
dura, áspera, pero de enorme belleza. Es una mujer que ha transgredido los
márgenes, vive en el descampado, fuera de la ciudad, arreglándose como puede,
por sus propios medios. Es esta otra película, como Madres de los dioses, que
habla del poder generador de la mujer, que puede sobrevivir sola aunque sea
precariamente, en un mundo casi sin hombres. El film rehúsa dar las
explicaciones habituales: por qué ha llegado hasta allí, cuál es su pasado,
cuáles sus pensamientos. Tampoco hay justificaciones sociológicas. Se niega a
la palabra, con más confianza en los gestos, los rostros, las acciones. Queda
abierta la puerta a la imaginación del espectador. Su única compañía, los
perros, constituye un hallazgo: supone un gran trabajo de preproducción con los
animales. Perros y mujer forman un cuerpo único, en un entendimiento notable, que supera
muchas relaciones interpersonales, aunque la mujer tiene también sus pocos
momentos de sociabilidad serena. Todo el film está filmado –en particular, la
naturaleza- con gran sensibilidad por Soledad Rodríguez, que logra un notable
plano final, inquietante y significativo.
Competencia argentina
Madres de los dioses. Pablo
Agüero, Argentina-Francia/2015.
En este documental de temática insólita y hermosa imagen, Agüero regresa a la zona que lo atrae, El Bolsón, Epuyén, a esos parajes agrestes donde cuatro mujeres llegaron en búsqueda de algo diferente, o de su recuperación, y encontraron un destino espiritual. Geraldine Chaplin es la voz que recupera el origen femenino del mundo, transformado históricamente por el patriarcado. Son las mujeres quienes dan vida, y en ellas está el poder de transformación. Ese es el núcleo de la película, que cuenta las cuatro historias en 3 capítulos: Apocalipsis –la crisis que las obligó a cambiar de vida y buscar otra vía, otro lugar en el mundo-, Iluminación –de cómo cada una de ellas encontró su camino- y Génesis, en un presente abierto al futuro. Pocas veces el cine argentino ha tratado la temática espiritual y esotérica con tanto respeto, y menos aún ha aceptado la fuerza sanadora del poder femenino de esas mujeres sin varón. La cámara insiste con primeros planos y recalca el poder de las manos como medio expresivo e instrumento de regeneración.
En este documental de temática insólita y hermosa imagen, Agüero regresa a la zona que lo atrae, El Bolsón, Epuyén, a esos parajes agrestes donde cuatro mujeres llegaron en búsqueda de algo diferente, o de su recuperación, y encontraron un destino espiritual. Geraldine Chaplin es la voz que recupera el origen femenino del mundo, transformado históricamente por el patriarcado. Son las mujeres quienes dan vida, y en ellas está el poder de transformación. Ese es el núcleo de la película, que cuenta las cuatro historias en 3 capítulos: Apocalipsis –la crisis que las obligó a cambiar de vida y buscar otra vía, otro lugar en el mundo-, Iluminación –de cómo cada una de ellas encontró su camino- y Génesis, en un presente abierto al futuro. Pocas veces el cine argentino ha tratado la temática espiritual y esotérica con tanto respeto, y menos aún ha aceptado la fuerza sanadora del poder femenino de esas mujeres sin varón. La cámara insiste con primeros planos y recalca el poder de las manos como medio expresivo e instrumento de regeneración.
Victoria. Juan Villegas, Argentina/2015.
Victoria Morán es dueña
de una voz extraordinaria, de un timbre cálido, especialmente dotado para
nuestro tango y folklore. Una de las mejores cantantes argentinas, cuyo estilo
clásico recuerda las mejores cancionistas. Hace veinte años que cultiva su
arte, con presentaciones, discos, siempre alejada de las luces del estrellato.
Porque Victoria también es esposa y madre, y el bello documental de Juan
Villegas la registra en una cotidianeidad que combina sus actuaciones y
grabaciones con las tareas domésticas, el quehacer en la cocina, la abnegada
docencia, la composición. Con una banda de sonido que nos empuja a salir a
comprar todos sus discos.
Panorama
Hermosa juventud.
Jaime Rosales, España-Francia/2014.
Más duro que nunca, si ello es posible, Rosales expone aquí un panorama desesperanzado de la juventud y el futuro de España, herida de muerte por la crisis económica, laboral y con graves consecuencias sobre la sociedad. Una pareja muy joven se hunde progresivamente en un mar de negatividades: sin formación profesional ni nada parecido, sin trabajo duradero, con padres ausentes o negativos, pasan su tiempo en hacer nada, en quejarse por su situación, por la falta de oportunidades. La crisis los empuja a hacer lo que nunca hicieron: cine porno, violencia, exilio. O les plantea disyuntivas: cómo ser madre en la nada de la crisis, en una coyuntura que no propone salida, en una existencia que no fluye, como sucede por momentos con la película misma.
Más duro que nunca, si ello es posible, Rosales expone aquí un panorama desesperanzado de la juventud y el futuro de España, herida de muerte por la crisis económica, laboral y con graves consecuencias sobre la sociedad. Una pareja muy joven se hunde progresivamente en un mar de negatividades: sin formación profesional ni nada parecido, sin trabajo duradero, con padres ausentes o negativos, pasan su tiempo en hacer nada, en quejarse por su situación, por la falta de oportunidades. La crisis los empuja a hacer lo que nunca hicieron: cine porno, violencia, exilio. O les plantea disyuntivas: cómo ser madre en la nada de la crisis, en una coyuntura que no propone salida, en una existencia que no fluye, como sucede por momentos con la película misma.
Josefina Sartora
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