Bafici 2016. 2ª
nota
Trayectorias
L’avenir
Dirección
y guión: Mia Hansen-Love
Francia-Alemania/2016.
La
Carrera de Isabelle Huppert es simplemente tan asombrosa como fascinante. Si en
los ‘ 70 ya la veíamos joven y bella y fresca en Les valseuses de Bertrand Blier, en La
encajera de Claude Goretta ya compuso su personaje dramático y después Claude Chabrol la
hizo transitar diversas facetas de la mujer joven, burguesa y atractiva, pero
dura, firme, nunca sentimental, aspecto que Michael Haneke supo aprovechar tan
bien.
Ahora
con la talentosa Mia Hansen-Love Isabelle ha llegado a la plenitud de la
madurez, pronta a dar el giro hacia la tercera –o cuarta edad-. De eso se trata
L’avenir,
y aunque el título hable del futuro, es difícil decir qué vendrá, aún a la edad
de la protagonista. Madre de hijos ya grandes, casada felizmente con un colega,
la mujer está además “satisfecha intelectualmente” según su decir, esta
profesora de filosofía sabe imponerse en la cátedra, ha ganado alumnos que la
siguen y dirige una colección de ensayos filosóficos. Al principio, su único
problema parece ser su madre senil y demandante. Hasta que de golpe, esta firme
estructura que la contiene parece derrumbarse. Su marido la deja, llevándose la
mitad de la biblioteca, su madre muere, sus hijos se han ido, la editorial
prescinde de ella. “Soy totalmente libre”, dice, si saber qué hacer con esa
libertad no buscada.
Pero
el film habla también de los cambios que ha traído el paso del tiempo: la
militancia ya no es para ella, y tampoco comparte los criterios editoriales marketineros, que terminan por dejarla
afuera. Tampoco ya es para ella la anarquía ni la vida en comunidad. Duro
conflicto al que se enfrenta la mujer de ’60 años que en otro tiempo supo ser
activista. ¿Acaso sólo resta el ser abuela? Pero tampoco el cuestionamiento es
privativo de esos personajes, como bien lo presenta Hansen-Love –hija de dos
profesores de filosofía-, quien sabe abordar los conflictos del hombre ante su
futuro, como lo vimos en Eden, El padre de mis hijos, o Tout
est pardoné. Una historia de desintegración, como las mencionadas, sutil
e inteligente, que Huppert saca adelante con la determinación que le conocemos,
compensando la oculta vulnerabilidad.
Artes
Mapplethorpe: Look at the Pictures
Dirección: Fenton Bailey y Randy Barbato
Estados Unidos-Alemania/2016
La figura y la obra de Robert Mapplethorpe siempre ha generado
controversias en su país, sobre todo por su enorme libertad para transgredir lo
que en los ’70 era considerado política y moralmente correcto. Mapplethorpe
elevó la fotografía al rango de las grandes artes, en momentos en que en los
Estados Unidos era considerada en todo caso un medio comercial, o para
aficionados. Sus fotos en Polaroid a partir de revistas porno lo lanzaron a la
celebridad, pero su fama llegó cuando su obra se centró en mostrar la
genitalidad masculina desenfadadamente, la homosexualidad y el sadomasoquismo
en una actitud provocadora que despertó la reacción conservadora.
Este documental es un completo biopic
que recorre su carrera desde la adolescencia en la escuela de artes de Brooklyn
hasta su muerte en 1989, a causa del Sida, seguida de exposiciones
retrospectivas que suscitaron escándalos. Con testimonios de numerosos
entrevistados –no identificados al hablar- que lo acompañaron ya como asistentes,
ya como sus muchas parejas gay, y su hermano, asistente y alumno, se logra un
retrato del Mapplethorpe como artista pero que también muestra sus condiciones
humanas, su personalidad revulsiva. Es lamentable la ausencia en el documental
de Patti Smith, su companera de la juventud, por lo menos muy fotografiada.
El film comienza con el ataque de los senadores a su obra, ataque que
llegó a los tribunales con la acusación de obscenidad. El film está dedicado a
contrarrestar esa persecución, y a ilustrar su irreverencia, su desparpajo, su
enorme libertad. Por ese motivo se realzan sus búsquedas con el cuerpo humano
masculino, y quedan en muy segundo plano –y es una lástima- sus series de
retratos y sus maravillosas y eróticas fotografías de flores, aunque algo de
ellas está mostrado. Pero se insiste más en realzar su valor contestatario que
el estético. Un documenal esencial para conocer la trayectoria de un artista de
su época y un iconoclasta.
Una lista un poco
negra
The People
Garden.
Nadia Litz, Canadá/2016. Competencia Internacional
Entre
el drama indie y el género de terror,
este film especula con la posibilidad de que un bosque de Japón se trague a la
gente, tema ya abordado en el cine. Una chica llega a buscar a su novio, y éste
ha desaparecido allí, en medio de un rodaje. El clima onírico se va
enrareciendo con la presencia de policías camuflados, un suicidio infantil y
situaciones nunca aclaradas, y ni falta hace.
La noche. Edgardo Castro,
Argentina/2016. Competencia Internacional
Supuestamente
la película para crear polémicas en este Bafici, es un registro con algo de
documental de las rutinarias noches del protagonista –director, guionista y
primer actor Edgardo Castro- en sus incursiones sexuales gay, con variopinta
composición de partenaires: con un hombre, con un hombre y una travesti, con un
hombre y una mujer, etc, etc. Con cámara en mano y registros muy cortos,
cerrados, sucios, que no cesan de ajustar el foco, mucho primer plano de penes
en distintas posiciones, mucha fellatio, droga y sobre todo, mucha soledad. Algunos
dirán que es una película de envergadura.
Disco Limbo. Fredo Landaveri y
Mariano Toledo, Argentina/2016.
Competencia Vanguardia y Género
Una
película que pretende ser cool con
imágenes de videojuegos digitales, mucho boliche nocturno y luces,
chico-que-busca-chico que conoció en una fiesta de quien ha quedado enamorado.
Varios actores interpretan a un mismo personaje, el objeto de su deseo: no
sabemos si obedece a requerimientos del guión o a que ninguno de ellos da en la
tecla, por su torpeza actoral. La peripecia errática, que llega hasta las
montañas, queda sintetizada una frase del film: “Debemos estar dando vueltas en
círculos”. Tal cual, y para nada.
La muerte de
J.P.Cuenca.
J.P.Cuenca, Brasil/2015. Competencia Vanguardia y Género
A
partir de un hecho real (la policía le comunica al director que lo han dado por
muerto en un cadáver identificado con sus datos) Cuenca investiga ese hecho y
pone en escena esas investigaciones, al principio de manera documental para
después derivar en una búsqueda por la propia identidad, alterada por el hecho.
Con un algo de El inquilino de Polanski y la figura del doble, el film va
evolucionando de la autorreferencia hacia una ficción –horror que desinfla la
película.
Josefina
Sartora
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