Tiempo de
revelaciones (La belle saison)
Dirección:
Catherine Corsini
Guión:
Catherine Corsini y Laurette Polmanss
Francia-Bélgica/2015
Evocación
de una época de movimientos de liberación femenina, La belle saison (tal el
título original, mucho más sugerente que el del estreno local, tan literal) tiene
su punto de apoyo en dos temas igualmente importantes: la evolución del
pensamiento feminista con la formación de grupos de liberación después de la
revolución cultural de 1968, que abrieron el camino a las conquistas sociales
de la mujer, y por otro lado la toma de conciencia de una otra forma de
sexualidad posible para dos jóvenes mujeres de formación casi opuesta.
En
ese contexto histórico y social, la historia muestra un personaje poco abordado
por el cine: una hija de agricultores en la Francia rural profunda, quien –al
igual que su madre- hace todo tipo de trabajos, incluso aquellos considerados
masculinos. Sin embargo, Delphine (Izïa Higelin) y su madre no son consideradas agricultoras
sino hija y mujer del agricultor respectivamente, sin gozar de los derechos
laborales en esa sociedad masculina y patriarcal. Lesbiana, frustrada después
de un amor imposible en su pequeño pueblo, Delphine va a Paris en los ‘70 en
busca de mayor libertad. Allí se une a un grupo de lucha por los derechos de
las mujeres, y se enamora de la líder, Carole. Si Delphine tiene claros sus
sentimientos y su deseo, Carole, varios años mayor y con una vida organizada,
ha hecho su propia toma de conciencia sobre la lucha feminista, pero los
planteos que recibe de Delphine hacen tambalear toda su estructura y su vida hasta
entonces heterosexual. Cécile de France despliega una extraordinaria
performance debatiéndose entre sus dudas, su ansia de libertad, sus represiones
y contradicciones.
Catherine
Corsini, siempre interesada en desarrollar temas femeninos (La
repetición, Partir), sabe abordar ese conflicto, así como logra filmar las
escenas de una homosexualidad libre con sensibilidad y sensualidad (inevitable
el recuerdo de La vida de Ad`ele). Párrafo aparte merece la destacada
actuación de Noémi Lvovsky como la madre, quien, si bien es una mujer decidida,
fuerte y ejecutiva, una verdadera obrera, debe enfrentar una situación familiar
y social para la cual no estaba prevenida. Su duelo con de France es uno de los
momentos superiores del film, cuya tensión emocional es reveladora de las
diferentes capas de significación que están en juego. Y sin embargo, Tiempo
de revelaciones no termina de comprometerse a fondo por su propia
historia y personajes, donde la tensión entre campo y ciudad no es menor a la
de restricción-libertad.
Extracinematográficamente,
cabe destacar que Catherine Corsini encaró este film como una respuesta al
movimiento reaccionario que se levantó en Francia frente al matrimonio
igualitario, intentando que, por lo menos, el amor entre mujeres adquiriera
mayor visibilidad.
Josefina
Sartora
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