Un bello sol
interior (Un beau soleil intérieur)
Dirección:
Claire Denis
Guión:
Claire Denis y Christine Angot
Josefina
Sartora
Claire
Denis se aparta del cine que ha realizado hasta ahora, para aventurarse en una
suerte de comedia romántica, o diría paródica, sobre los sentimientos de una
mujer de más de 50 años que se rehúsa a declarar que el amor ha muerto para
ella. Juliette Binoche se pone a los hombros este rol nada airoso, solo
aceptable si uno com-pasiona con ella. Divorciada, artista independiente
–aunque nunca la vemos comprometida con su trabajo- madre de una niña aún menor
–aunque nunca la vemos acompañándola-, Isabelle se entrega a quien se le
presente, sin importarle mucho quien tiene delante. Así, atraviesa una galería
de hombres de diversas edades, profesiones, colores, a quienes desea entregar
su corazón de buenas a primeras, interpretados por grandes actores franceses: un
poderoso arrogante y despectivo (Xavier Beauvois), un actor menor que ella y
dubitativo (Nicolas Duvauchelle), el padre de su hija (Laurent Grévill), el
fruto de un encuentro en un bar, de otra condición social (Paul Blain), un
colega (Alex Descas). Cree –vanamente- que tal vez en alguno de ellos encuentre
el verdadero amor.
Denis
elige alejarse de aquello que la tradición clásica indica para la comedia
romántica y la transforma, deviniendo parodia. Originalmente, la película
estaba relacionada con Fragmentos del
discurso amoroso, de Roland Barthes. Pero bastante de la intelectualidad de
Barthes quedó en el camino, no así sus fragmentos. El film, episódico, toma los
distintos momentos de su peripecia amorosa –por llamarla de algún modo
romántico-, sus escarceos, sus súplicas por hacerse desear y llevar un hombre a
la cama. Fotografiada gloriosamente por Agnès Godard, Juliette Binoche es la
mujer ideal para el rol, cuyo cuerpo adulto, pulposo y deseable, pasa airoso la
prueba de los reiterados desnudos en este film en que el cuerpo y su necesidad
erótica ocupan el primer lugar. Muy lejos de obras anteriores como Beau
travail o White Material –que prefiero-, es este un film que tal vez se
crea feminista y no lo es, que pretende llegar al gran público, en que la
protagonista sostiene sin cesar su discurso desesperado, verbalizando su obsesión,
sus frustraciones. Pero nada alcanza su satisfacción, nada sirve. Allí acecha
la soledad, eludida y nunca mencionada.
Y
sin embargo, Isabelle no llega a tener la carnadura de un personaje, parece
casi un arquetipo, tomado de cientos de mujeres. Un bello sol interior
(aquel que ella debería dejar brillar, según le indica banalmente un consejero
encarnado por Gerard Depardieu en una escena curiosísima, que pone en evidencia
el modo en que Isabelle se somete a la manipulación) me resultó una película triste
por lo patética. Sin embargo, en la avant
première a la que asistí despertaba sin cesar la risa del público femenino,
obviamente identificado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario