23 de marzo de 2019

Fotografía moderna argentina


Mundo propio

Josefina Sartora

Malba expone una extraordinaria colección de fotografía argentina desde los inicios del la fotografía como arte en Argentina, con Horacio Coppola en la década de 1920, hasta algunas fotos de los ’60. Curada por el erudito especialista Facundo de Zubiría, la muestra cuenta con unas 250 fotografías provenientes de varias colecciones públicas y privadas, locales y extranjeras, expuestas en la sala del segundo piso, montada con muros oscuros y la luz tenue adecuada para una exposición de fotos, ordenadas cronológicamente. Pero además, tiene un ordenamiento temático. La muestra tiene por título Mundo propio. Fotografía moderna argentina 1927-1962, y es muy rica en materiales: además de las fotografías expone en sus vitrinas otros documentos de época como fotolibros, revistas, todo material de archivo de muy difícil acceso hoy.

Horacio Coppola, Mundo propio, 1927

Coppola inicia un arte que tuvo muchos y notables seguidores. El arte fotográfico de esa época adhiere a las vanguardias, experimentando con la abstracción, el collage fotográfico, el fotomontaje, e uso de ángulos y encuadres poco ortodoxos, etc. Entre los artistas exhibidos están los consagrados, como Grete Stern, Anatole Saderman, Annemarie Heinrich, Juan Di Sandro, y también algunos olvidados, como Sameer Makarius, Ricardo Sansó y Sivul Wilensky. La mayoría de ellos eran europeos que huían de la guerra o del nazismo, y practicaron su arte consagrándose en estas tierras.

Grete Stern, Sueño Nº 7 ¿Quién será?, 1949

El agrupamiento temático muestra trabajos dedicados a la abstracción urbana –con impactantes tomas de edificios y plazas, juegos de luces y sombras, claroscuros-, el retrato -hay varios famosos de Heinrich-, la fotonovela y el surrealismo, en el cual se destaca la obra que Grete Stern elaboró en su serie Sueños, fotomontajes que ilustraban sueños femeninos que las lectoras de la revista Idilio enviaban a un correo sentimental coordinado por el sociólogo Gino Germani durante los años 1948-1951. Son notables también las fotografías que Saderman tomó en los años ’30 de plantas autóctonas argentinas, tratadas como retratos casi abstractos.

Anatole Saderman, Phaseolus caracalla caracolillo, 1934

Esta muestra singular se complementa con dos catálogos, visitas guiadas y actividades en las áreas de la literatura y el cine.

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