Dóberman
Dirección y guión: Azul Lombardía
Argentina/2019
Josefina Sartora
A la hora de la siesta, una mujer (Mónica
Raiola) prepara un tuco esperando la llegada de su hijo. Es su plato favorito,
pero sobre todo el de su dóberman, un perro temible. Mientras tanto, habla por
teléfono banalidades con una amiga. Allí llega Mirna, montada en su bicicleta,
una mujer con evidentes problemas psicológicos y medicación encima, que
Mercedes recibirá con aceptación y paciencia. Filmada en tiempo real, la
película está desarrollada en base al diálogo que establecen esas dos mujeres
sentadas a la mesa. La talentosa Maruja Bustamante expone todo su histrionismo y
fuerte corporalidad para caracterizar a Mirna, con su habla cansina, sus
ademanes expresivos, su mirada torcida que insinúa ocultas intenciones. Temas
cotidianos, chismes del barrio, prejuicios, juicios, envidias, contradicciones,
la charla va subiendo de tono en un duelo hasta devenir una discusión trágica.
El drama, montado con un realismo costumbrista que no descuida detalles.
Gestada en el ciclo Operas Primas del
Centro Ricardo Rojas, Dóberman tuvo su éxito teatral, y se
decidió llevarla al cine. El teatro filmado tiene sus riesgos, que aquí se
procura salvar con algunos primeros planos, algunos exteriores del conurbano,
aunque hay una preferencia por el plano secuencia. Pero la base de la obra es
el diálogo, la voz y dichos de los personajes, que revelan sus personalidades e
intenciones. Tal es la base del teatro y por ende, algo cinematográficamente
muy limitado.
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