Viaje de héroes

Breve historia del planeta verde,

Dirección y guión: Santiago Loza

Argentina-Alemania-Brasil-España/2019

Josefina Sartora

Ya nos hemos referido aquí a Santiago Loza, talentoso artista polifacético, que sacude tanto con sus obras de teatro como con sus películas, de una sutileza y un humanismo apabullantes. Después de varias piezas teatrales que escribió y/o dirigió, de la televisión, y de películas en dupla con Iván Fund, después de la sorpresa que fue Malambo, un hombre bueno, vuelve a darnos una película de otro planeta.

Tres amigos, Tania –trans- (Romina Escobar) y Pedro (Luis Soda), artistas de la noche, y Daniela (Paula Grinszpan), quien atraviesa una separación, acuden a casa de la abuela de Tania en el campo, donde acaba de morir. Allí se encuentran con un extraterrestre enfermo que ha acompañado a la abuela en sus últimos tiempos, y tienen la misión de devolverlo al lugar donde se encontraron. Emprenden un alucinante viaje iniciático esos tres amigos originales, algo marginales o desplazados, llevados por el amor y la fidelidad.

Movidos en defensa del diferente, una a una van superando los obstáculos y las pruebas que se les presentan en la travesía, demostrando que el amor y la amistad pueden ser inquebrantables. Loza desarrolla la peripecia con fino humor en esta instancia que altera los parámetros de los géneros, atravesándolos: road movie, aventuras, ciencia ficción, comedia, con personajes no convencionales, es todo eso y tampoco lo es del todo.

Breve historia del planeta verde ganó en el último Festival de Berlín el premio Teddy a la mejor película de temática LGBT y en el último Bafici obtuvo la Mención Especial del Jurado en la Competencia Argentina y el premio de la Asociación de Cronistas. La obra de Loza ha ahondado en el mundo masculino, y en la psicología femenina. Aquí los héroes no se identifican ni con lo uno ni con la otra. En un momento álgido de la lucha por la libre identidad sexual, por la adopción del lenguaje inclusivo, y por las resistencias que esto provoca, el film constituye un símbolo de los tiempos, por su apertura a lo Otro, por la aceptación de las diferencias. Una película absolutamente libre, delirante a veces, poética e ingenua otras, hermosa siempre.