El
legado de Mujercitas. Construcción de un clásico en disputa
Anne Boyd Rioux
Buenos Aires, Scripta Manent, septiembre
de 2018
364 páginas
Resulta hoy oportuno este estudio sobre
la célebre novela de Louise May Alcott, que en 1868 planteó el tema de la
evolución de la mujer de la infancia a la adultez, y su lugar en el mundo. Las Mujercitas–Meg, Jo, Amy y Beth- han
constituido distintos modelos femeninos, y este libro investiga la influencia
que han ejercido en la vida de diversas generaciones femeninas hasta hoy. Sobre
todo Jo March -alter ego de la autora-, rebelde, independiente, quien sueña
vivir de su literatura en momentos en que la mujer sólo tenía el matrimonio por
destino, es con quien se han identificado escritoras y activistas como Cynthia
Ozick, Norah Ephron, Stephenie Meyer, J.K.Rowling o Joyce Carol Oates, algunas quienes
han tomado elementos de la obra para construir sus propios personajes. A la exitosa
primera parte de las mujercitas adolescentes le siguió una segunda con el
destino férreo del matrimonio, forzado por los editores. Sin embargo, Alcott
introdujo matices al diseñar cuatro personalidades que se labran sus propias
vidas, y una madre que las cría sola, en una sociedad patriarcal.
Rioux reseña la novela y su genealogía, las
versiones que tuvo en cine y teatro, sus ecos en secuelas y obras derivadas, y
su permanencia como lectura juvenil. Mujercitas
siempre ha suscitado la polémica: si es un clásico nostálgico y conservador,
que enseña a las niñas a comportarse según ciertos códigos sociales, o si contiene la semilla de los movimientos
feministas; si es realista o sentimental. Porque no se trata de un libro
unívoco: contiene múltiples matices, ambigüedades, abre conflictos, tensiones
que son las propias de la mujer.
Josefina Sartora
(Nota publicada en Le Monde Diplomatique, Nº 236, febrero de 2019)
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