Los miserables
Dirección: Ladj Ly
Guión: Ladj Ly, Giordano Gederlini y Alexis Manenti
Francia/2019
Josefina Sartora
En Montfermeil, en la zona de Seine-Saint Denis, uno de los suburbios de Paris, Victor Hugo escribió su obra Los miserables, y allí se lo recuerda. Actualizando aquella novela, los miserables del título son los actuales habitantes, casi exclusivamente árabes y negros provenientes de las ex colonias francesas en África. Tremendo cuadro social de la transformada realidad parisina, que hoy parece vivir según sus propias leyes. La secuencia inicial es espectacular: registro documental de la manifestación extraordinaria que salió a las calles de París cuando Francia venció a Croacia y se consagró Campeón de fútbol en 2018. Las multitudes eufóricas, felices, sin diferencia de razas ni clases, festejando en los icónicos Champs Elysées, hacen un fuerte contraste con la historia que se desarrollará a continuación.
En ese ambiente suburbano casi exclusivamente masculino –las mujeres se quedan en casa- las calles tienen su policía: patrullan el barrio dos oficiales experimentados y un novato, que mantienen cierto orden en colaboración con “el alcalde” del barrio (Steve Tientcheu), un negro con enorme poder y ascendiente entre los suyos, y un árabe (Almamy Kanouté) que posee un bar y tiene predicamento espiritual sobre su comunidad. Cuando un grupo de preadolescentes genera problemas, se pone en funcionamiento la maquinaria de vigilancia y persecución, hasta el castigo del culpable. Esto desata la represalia de todo el barrio joven, que los enfrenta en una lucha campal –que a su vez habla de otras luchas y revueltas sociales que están ocurriendo en estos días en Francia.
Los miserables –opera prima de Ladj Ly, de origen mali, quien habita en ese suburbio y lo conoce bien- ha recibido numerosos premios y nominaciones, incluso la Palma de Oro en Cannes. Es continuadora del El odio, de Mathieu Kassovitz, que en 1995 denunciaba la arbitrariedad policial. También en la obra de Victor Hugo se habla de la injusticia social, la situación de los más carenciados y la rebelión popular. Ly parte además de un corto previo homónimo, y de las revueltas actuales y manifestaciones de los chalecos amarillos en esa misma región. Si bien correcta y promisoria opera prima, Los miserables sin embargo no es una gran película. Desarrollada en el lapso de varias horas, sus mejores momentos son los cuasi documentales, que registran la cotidianeidad de los habitantes de esos enormes complejos de torres de departamentos, o algunas escenas que logran la tensión previa al estallido de violencia, y decae cuando se detiene en ciertos clichés como el del policía bueno / el policía malo (el coguionista Alexis Manenti), o cuando muestra la violencia y la discriminación policial, y cuando subraya aspectos reiterados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario